Tras procesar los datos obtenidos, la AEMET determina el riesgo real de que se produzcan desplazamientos inesperados de nieve, una información que se comunica de inmediato tanto a los responsables del Parque Nacional como al 112 y se pone en conocimiento de los visitantes de este espacio natural a través de carteles fijos y luminosos instalados en los accesos y en la web del Parque.
En caso de localizar zonas con riesgo extremo de desprendimiento, esta se señala adecuadamente con balizas y banderolas que advierten a los excursionistas del peligro, unas medidas que se refuerzan con la vigilancia del personal del Parque y que evitan cada año situaciones potenciales de peligro para las personas que se adentran en la alta montaña.