En sus comienzos, constaba tan solo de cuatro páginas y sus contenidos se estructuraban en torno a dos epígrafes: un artículo de oficio, donde debían incluirse “todas las órdenes, disposiciones y prevenciones que tengan que hacerse à todas las justicias y ayuntamientos de los pueblos por cualquier autoridad…”; y una parte no oficial en la que, a modo de gaceta, daba noticia de los sucesos acaecidos en Madrid, de los estrenos de las obras teatrales, del precio
de los granos “en los mercados de hoy”, de la moda imperante en cada temporada tanto para las damas como para los caballeros (colores, tejidos, tendencias, etc.); también se hacía eco de las noticias más relevantes ocurridas en otras provincias españolas e, incluso, en el extranjero. Además, en todos sus números siempre dedicaba unas breves líneas a describir el estado de salud y las actividades de la familia real española.