La construcción del edificio se ubicó entre las calles General Lacy, Ramírez de Prado y Vara del Rey, en el distrito de Arganzuela. Emplazamiento no casual que buscaba establecer la fábrica en un centro de comunicaciones situado entre Atocha y Delicias.
La fábrica fue incautada durante la Guerra Civil, y el edificio sufrió varios desperfectos ocasionados por los proyectiles. Los años posteriores a la contienda fueron complicados debido a las malas cosechas y a la falta de suministro. En la década de los setenta las restricciones de combustible y de electricidad fueron notables.
Años más tarde, en 1984 la empresa cervecera Heineken adquiere la factoría trasladando
Este hecho supuso el cierre y posterior abandono del complejo. En los 90, El Águila fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. La Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid convoca un concurso de ideas para la ejecución de un centro de expresión de las artes. Los ganadores fueron los arquitectos madrileños Emilio Tuñón y Luís Mansilla que acometerán la restauración del complejo.
El proyecto arquitectónico ubicó la Biblioteca en cuatro de los elementos arquitectónicos de la antigua cervecería: la heladería; la maltería; el depósito de cebada; y silos. A estos cuatro elementos se añadió un edificio de nueva planta destinado a trabajos técnicos y administrativos. La oficina de Depósito Legal ocupa el antiguo edificio de administración de la fábrica, construido en 1912.
Finalmente, el 10 de diciembre del año 2002, la Biblioteca Regional de Madrid establece su sede en la Calle Ramírez de Prado, 3 .