Proponemos una flauta mágica, ligera, efervescente, en la que la intimidad con los intérpretes permita aflorar la ternura y la profundidad de la partitura.
- PETER BROOK, FRANCK KRAWCZYK, MARIE-HÉLÈNE ESTIENNE.
Esta no es La flauta mágica. Es Una flauta mágica, la visión reveladora, desmitificadora y próxima que Peter Brook (Londres, 1925), acompañado del compositor Franck Karwczyk y la adaptadora Marie-Hélène Estienne, hace de la partitura de Mózart y el libreto de Shikenader. No es la primera vez que Brook se acerca a la ópera. Ya lo hizo en el Bouffes du Nord, mítico teatro cuya dirección abandonó recientemente, con La Tragédie de Carmen e Impressions of Pelleas y en el Festival Aix en Provence con Don Giovanni.
Como en sus anteriores aproximaciones, Peter Brook libera a esta ópera de las convenciones del género. En el escenario, purificado de todo lo accesorio, hay una alfombra, unos tallos de bambú, un piano y unos actores descalzos que cantan en alemán e interpretan el texto en francés. Porque esta es, en palabras de su director, una Flauta mágica "lejos de lo esperado, desprovista de la gran armadura de efectos escénicos y el solemne y pesado simbolismo. En su lugar, el público encontrará a un joven Mozart rodeado de un igualmente joven y talentoso reparto de cantantes y músicos preparados, como el compositor, para improvisar, transponer, explorar nuevos colores y hacer malabarismos con las formas".
Une flûte enchantée se estrenó el 9 de noviembre de 2010 en el Théâtre des Bouffes du Nord de París y, desde entonces, ha cosechado grandes aplausos por parte del público y la crítica.