FOR RENT

Sobre la obra

En For Rent la compañía de danza teatro Peeping Tom nos invita a descubrir una vez más un lugar improbable. El diseño interior de este espacio deja apreciar detrás de enormes cortinas rojas los contornos de una madriguera sin fin, imitando las famosas líneas de construcciones imposibles. Un lugar grandioso, que parece librarse del tiempo y del espacio para las constantes idas y venidas de extraños personajes guiados por extrañas obsesiones. Estos personajes actúan, cantan y bailan con brillantez y virtuosismo, en los confines más alejados de la realidad y de la representación artística. Parecen sumergirse en sus acciones hasta perder de vista sus puntos de referencia en un lugar que no tiende a quedarse helado y que revela magníficamente lo que está en juego en el espacio dramático. For Rent plantea la problemática de la creación artística y es testigo del declive de la actuación. Deseos, fantasías y ansiedades se cristalizan en el escenario y se reproducen espasmódicamente. Peeping Tom evoca el tumulto de las relaciones pasionales y se dan a ver en el escenario las pruebas y tribulaciones del proceso creativo. Porque todas las creaciones artísticas son efímeras, porque el escenario nos deja sueltos.

Sobre la compañía

En apenas diez años, Peeping Tom ha pasado de ser un colectivo ad hoc formado con ocasión de una producción de Alain Platel, creando, con escasos recursos, una sorprendente obra (Caravane, 1999), a ser una compañía consolidada con renombre nacional e internacional. La trilogía Le Jardin (2001), Le Salon (2004) y Le Sous Sol (2007) como las creaciones 32 rue Vandenbranden (2009) y For Rent (2011) son coproducciones internacionales que han sido recibidas con entusiasmo por parte de la prensa y del público a lo largo de extensas giras.

A la cabeza de Peeping Tom están sus directores artísticos Gabriela Carrizo y Franck Chartier. En torno a ellos, se constituyó un grupo de artistas muy diversos con los que se han creado proyectos de colaboraciones a largo plazo. Sus amplios intereses, junto con el carácter polifacético de sus intérpretes, crean un original lenguaje coreográfico a nivel interdisciplinario dando lugar a una obra única. Dada la experiencia en danza de la compañía, el movimiento y la imagen son los medios más importantes para invitar al público a entrar en la intimidad del escenario. Carrizo y Chartier definen la intimidad como el hecho de hacer visible y de acercarse a lo invisible que a primera vista parece insignificante, pero que resulta esencial, aunque se niegue dicha importancia o se pase por alto. La condición humana es el corazón del proyecto artístico de Peeping Tom. Las producciones implican la puesta en escena de mundos paralelos, universos discontinuos, en los que se rompe la lógica habitual del tiempo, del espacio y de la atmósfera.

Sobre los directores

Gabriela Carrizo
Gabriela (1970, Córdoba - Argentina) comenzó a bailar en una escuela multidisciplinaria a los diez años. Hasta los diecinueve años baila para el Ballet de la Universidad de Córdoba. A continuación, decide trasladarse a Europa, donde comienza a trabajar con Caroline Marcadé (París). Los siguientes cuatro años se dedica a diferentes proyectos entre París y Bruselas. Crea el solo Et tutto sara d’ombra et di caline (1993), baila con Les Ballets C de la B en La Tristeza Complice (1995), Lets op Bach (1997) y con Koen Augustijnen en Portrait intérieur (1994). Con la Needcompany participó en Images of Affection (2001) y con Einat Tuchman y Lisi Estaras trabajó en Bartime (2000). Con Alain Platel creó la coreografía de la ópera Wolf (2002). Junto a Franck Chartier y algunos otros artistas de Les Ballets crea en 1999 Caravana, una obra que transcurre en una caravana, y después de eso Une Vie Inutile (2000). Con estas dos obras Peeping Tom había nacido. Los años siguientes, Gabriela gira a nivel internacional con su trilogía Le Jardin (2002), Le Salon (2005), Le Sous Sol (2007) y crea y dirige junto con Franck 32 rue Vandenbranden (2009) y For Rent (2011).

Franck Chartier
Franck Chartier (1967, Roanne - Francia) comenzó a bailar a la edad de once años. Su madre le envió a Rosella Hightower en Cannes, donde aprendió las técnicas clásicas hasta sus 19 años. Luego se une al Ballet du XXème siècle de Maurice Béjart en Bruselas y se traslada a Suiza con la compañía donde permanece hasta 1989. Después de eso, trabaja con Angelin Preljocaj durante tres años y danza para la obra Le spectre de la rose (1993) en la Ópera de París. En 1994 llega a Bruselas para bailar Kinok (1994) con Rosas (Anne Teresa De Keersmaeker) y dúos con Ine Wichterich (1994) y Anne Mouselet (1997). También participa en Tristeza Complice (1995), Lets op Bach (1997) y Wolf (2002) de Les Ballets C de la B (Alain Platel), y Tres (1997) de Needcompany (Jan Lauwers) hasta crear con Gabriela Carrizo y algunos otros artistas de Les Ballets la compañía Peeping Tom.

www.peepingtom.be