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KIKI MORENTE

  • Cantaor de Granada

Kiki Morente, cantaor
David Carmona, Guitarra
Miguel Rodriguez Fernandez "Cheyenne", percusión Pedro Gabarre "Popo", palmas y coros
Lucas Carmona, palmas y coros
José Manuel Muñoz "Cheto", palmas y coros

Sinopsis



Como le gustaba a su padre, Kiki Morente se ha forjado desde dentro, poco a poco y aunque sabe lo que es un escenario y un público dispuesto a rugir o aplaudir, no le teme a nada aunque es tímido y humilde. Desde niño su padre le inculcó el arte de la guitarra y cursó sus estudios de guitarra y solfeo en el Conservatorio de Juventudes Musicales de Granada, de ahí la asiduidad de acompañarse a sí mismo al cante.

El joven Morente ha bebido en las mejores fuentes del flamenco (Niño de Marchena, D. Antonio Chacón, Manuel Torre, Pepe Pinto, El Sevillano, entre otros grandes. Y, desde que apenas tenía cuatro años, sabe moverse entre camerinos y bambalinas, escuchar a los cantaores y guitarristas que pasaban por su casa para charlar con su padre y escuchar todo tipo de música sin ningún prejuicio.


Sobre el artista



José Enrique Morente Carbonell nació en Granada. Es hijo del cantaor Enrique Morente y la bailaora Aurora Carbonell, y hermano de Soleá y Estrella. El linaje de parte de la familia de su madre incluye a grandes guitarristas y cantaores, contándose entre ellos su tío Montoyita o el legendario Sabicas. Su padre le inculcó desde pequeño la afición por la guitarra, llegando a cursar estudios superiores del instrumento en el Conservatorio de juventudes musicales de Granada; de ahí que sea habitual verle acompañarse a sí mismo a la guitarra en sus conciertos.

El cante de Kiki Morente viene influenciado por maestros como Manuel Vallejo, Pepe Marchena, Antonio Chacón, Manuel Torre, Pepe Pinto o El Sevillano, entre muchos otros.

Pero además de su afición y conocimiento del cante clásico, Kiki incorpora influencias de un amplio espectro de artistas como Pat Metheny, Leonard Cohen, Cheb Khaled o Dulce Pontes: con todos ellos tuvo la oportunidad de trabajar en proyectos junto a su padre. Otros artistas que el cantaor cita como influencias son Vicente Amigo o Michael Jackson, ambos escuchados con asiduidad desde su infancia.

Junto a Enrique Morente, como parte de su elenco, recorrió numerosos escenarios de incontables países desde el año 2005, momento en el que pasó a formar parte de su formación de directo habitual: con él actuó en el Festival de Jazz de Vitoria, la Bienal de Flamenco de Buenos Aires, el Festival de Flamenco de Ciutat Vella (Barcelona) o el Flamenco Festival de Nueva York, por citar solamente algunos ejemplos. También colaboró con su padre en un buen número de discos del genio granaíno.

Kiki lleva desarrollando su carrera en solitario en el mundo del flamenco desde el año 2010.

Aunque su principal campo de acción es el flamenco tradicional, Morente posee una gran personalidad tanto en la elección de los cantes como en la interpretación de los mismos: es un cantaor largo y conocedor de una gran variedad de estilos. Ha actuado como solista en recitales (junto a Juan Habichuela nieto o David Carmona, los dos guitarristas de su generación que le acompañan con más asiduidad) en el Teatro Español dentro de la Suma Flamenca de Madrid, el Teatro Grec de Barcelona o los Jardines del Generalife en Granada.

También ha colaborado con artistas de la talla de Vicente Amigo, Alejandro Sanz, Niño Josele o el director de cine Carlos Saura.

El cantaor publica en otoño de 2017 su disco de debut, Albayzín (Universal Music). En su primer trabajo discográfico, de corte eminentemente clásico, acompañan a Morente las guitarras de Juan Habichuela, Pepe Habichuela, Rafael Riqueni, Diego del Morao, Juan Carlos Romero, Montoyita, Juan Habichuela nieto, Josemi Carmona y Juan Carmona “Camborio”, que ejerce además de co-productor del disco junto al propio Kiki y Estrella Morente.

José Enrique sabe que va a ser mirado con lupa y asegura que aprende de las críticas. Aunque no descarta fusionar otras músicas, tiene claro que de momento su sitio está en la ortodoxia.

Sobre la eterna discusión de los límites del flamenco entiende que «unos quieran ser más clásicos y otros más versátiles para buscar otros colores, pero hay que hacerlo muy bien porque el cante es muy delicado», sentencia.