Se esconde el Sol pero no se apaga
Presentación del nuevo disco de Alondra Bentley, un trabajo en el que se adentra por primera vez en canciones escritas en castellano, su segunda lengua materna.
Alondra Bentley | voz, guitarra, sintetizadores y teclado
Cayo Bellvesser | bajo, teclados y voz
Clara Collantes | guitarra y voz
Ricardo Moreno | batería y percusión
"Nací con el don de una voz divina", canta Leonard Cohen en Tower of Song. Se refería a sí mismo en tono jocoso, pero podría estar describiendo a Alondra Bentley... si no fuera porque ella tan sólo era una niña pequeña por aquel entonces. Pero lo cierto es que Alondra nació con un don, sí, el de una voz divina. Se puede comprobar en los cuatro discos que ha publicado hasta ahora, en cualquiera de los conciertos y, por supuesto, en Solar System, el álbum que abrió un nuevo capítulo en su carrera con su publicación en septiembre de 2018. De madre inglesa y padre español, nacida a principios de los años 80 en Lancaster, Alondra escribe canciones que trascienden géneros -pop, folk, rock...- y nacionalidades. El mundo reparó en ella por primera vez con la edición de Ashfield Avenue (Absolute Beginners, 2009), su debut. Alondra se convirtió en una de las revelaciones de la música independiente española y de inmediato se embarcó en una larga gira que la llevó por España y el extranjero (ha actuado en Reino Unido, México, Estados Unidos, Francia y China). Sobre el escenario es una presencia angelical, llena de profundidad, emoción y humor. Tres años después llegaron ¡dos álbumes del tirón! El primero, Alondra Bentley Sings for Children, It's Holidays (Gran Derby Records, 2012), es una colección de canciones pensadas para los niños ("niños de 0 a 100 años", le gusta explicar a Alondra). Desde entonces, Alondra ofrece conciertos para los más pequeños. El siguiente, verdadera continuación de Ashfield Avenue, también tiene título de inspiración inglesa: The Garden Room. Ecléctico y cálido, el disco presenta un sonido elegante, rico y orgánico, cortesía de Josh Rouse, productor. Ese mismo año, participó en la banda sonora de la película Buscando a Eimish.
Con ganas de probar nuevas sonoridades y tras un encontronazo mágico auspiciado por el Torgal ourensano, Alondra y el músico y productor Matthew E. White decidieron colaborar juntos. Matthew no sólo produciría el álbum, sino que se grabaría en el estudio de Spacebomb -el sello/colectivo que dirige- en Richmond (Virginia) y contaría con sus músicos habituales (Pinson Chanselle, Daniel Clarke, Trey Pollard y Cameron Ralston, acompañantes del propio Matthew, Natalie Prass y Ryan Adams). El resultado fue Resolutions, un álbum que supuso una evolución y una ruptura. Permanecían las melodías mágicas y se añadían nuevas texturas de espíritu contemporáneo. Aparecían arreglos de cuerda impresionistas, sintetizadores, loops vocales y una banda que aportaba solidez y enjundia al conjunto. En las letras aparecían sueños, recuerdos y la visión particular de Alondra del mundo que nos rodea. Carasueño fue el encargado de mezclar el elepé con su creatividad y solvencia habitual.
Abundando en el camino iniciado con Resolutions, Solar System supuso un nuevo avance en la voluntad de Alondra de añadir nuevos registros a su sonido. Contando con Carasueño en la (increíble) producción, el álbum dio una vuelta de tuerca a todo lo que había hecho hasta entonces la angloespañola, rompiendo fronteras y moldes en canciones que se acercaban sin rubor a la electrónica, al pop más eufórico, a la experimentación y hasta al baile. Mixtapes, el single de adelanto, así lo atestiguó: una melodía infecciosa adornada con sintetizadores y guitarras de inspiración shoegaze. El talento volvió a brillar con luz propia en jitazos como 45 hours, Burning Sun, Prism o Priority y en piezas memorables como Tiny Portion of the Sun, I'll Be Alright o la emocionante My Projection of You.
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