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Comunidad de Madrid
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Claudia La Debla y David Carpio

Bailaora de Granada y cantaor de Jerez


De Jerez a Graná

Estreno absoluto

Claudia La Debla, bailaora
Miguel Lavi y Sergio el Colorao, cantaores
Fermín Fernández, guitarrista

 

David Carpio, cantaor
Manuel Valencia, guitarrista
Salomé Ramírez y María Reyes, palmeras

Sinopsis



Encuentro de dos artistas nacidos en dos ciudades emblemáticas del Arte Flamenco: Jerez y Graná.

Claudia La Debla lleva en su nombre la denominación de uno de los palos del flamenco, La Debla, desde que así fuera bautizada artísticamente en sus comienzos por Curro Albaicín, el bailaor gitano nacido en una de esas cuevas del Sacromonte donde la danza era la vida misma y la vida, la danza. Curro define a Claudia de esta manera: "Cuando levanta los brazos y la guitarra le llama, su baile color de bronce se hace torrente de lava y su taconeo, martillo en el yunque de la fragua… La Debla es la bailaora que pena y ríe la danza".

David Carpio es un cantaor de estirpe indudable, heredero de una sólida tradición llena de atavismos. Ha bregado en mil batallas flamencas y servido con sus armas a proyectos artísticos que le han demandado, exigido y conformado de manera especial. Ha tocado todos los estilos, por exigencia del guion, con pulcritud, pero sin perder el eco que lo define y remite a su origen. Su cante rancio, forjado en La Plazuela y transmitido oralmente de generación en generación, le hace ser un artista diferente y con un eco de voz ancestral. Se puede afirmar que allá donde David Carpio canta, en su garganta suena Jerez y su barrio de San Miguel.


Sobre los artistas



Claudia La Debla
La Debla comienza su andadura en el flamenco con solo cuatro años, dejando entrever una sabiduría innata para este arte. Debuta en la cueva La Venta el Gallo del Sacromonte con tan solo seis años y tres años después un vídeo suyo bailando por seguiriya en la Peña La Platería de Granada se hace viral, con más de 9 millones de reproducciones en cinco meses.

Visita dos veces Miami invitada al programa Siempre niños. Comparte escenario con David y Carlos de Jacoba, Guadiana, José Mercé y La Nitra en diferentes festivales, y con Antonio Canales en la Peña Entre Flamencos de Almería.

Baila en el Festival de Jerez y en la Bienal de Málaga, como invitada, en el espectáculo Identidad de Alfredo Tejada. Ha formado parte de producciones cinematográficas importantes como Los sabios de la tribu, junto a grandes figuras del flamenco granaíno como Pepe Habichuela y Curro Albaycín, quien la bautiza con su nombre artístico. Este bailaor gitano, nacido en una de esas cuevas del Sacromonte donde la danza era la vida misma y la vida la danza, define a la bailaora de esta manera: "Cuando levanta los brazos y la guitarra le llama, su baile color de bronce se hace torrente de lava y su taconeo, martillo en el yunque de la fragua… La Debla es la bailaora que pena y ríe la danza ".

En la pasada Bienal de Sevilla presentó su propio espectáculo de la mano de Patricia Guerrero, un espectáculo en el que demostró profesionalidad y madurez en el escenario.

Entre los festivales en los que ha participado pueden citarse el Festival de Cante Jondo de La Puebla de Cazalla, Flamencos y Mestizos, donde compartió escenario con Israel Fernández, el Festival de la Abadía, con José del Tomate, y el Festival de Cante Jondo de Jódar, con Jesús Méndez. También es invitada al II Potaje Gitano Infantil de Utrera en 2017 y al primer Festival Flamenco de Montpellier en 2021. Actualmente forma parte del elenco artístico del Ballet Flamenco de Andalucía.

David Carpio
El arte resuelve enigmas que a la razón se le resisten. Ante su llamada se diluye la indolencia y el artista emprende una búsqueda que persigue la verdad que calma su espíritu. Al menos por un tiempo, pues las metas resultan ser efímeras residencias. Ocurre así que David Carpio, cantaor de Jerez, de estirpe indudable, heredero de una sólida tradición llena de atavismos, se busca más allá del rico legado. Ha bregado en mil batallas y servido con sus armas a proyectos artísticos que le han demandado, exigido y conformado de manera especial. Ha tocado todos los estilos, por exigencia del guion, con extraña pulcritud, pero sin perder el eco que lo define y remite a su origen.

Carpio sintió la llamada del cante desde muy pequeño, acercándose a algunos maestros del baile (Cristóbal ‘El Jerezano’, Chiqui de Jerez y Carmen Mota), que contribuyeron, en sus inicios, en su desarrollo cantaor antes de iniciar su primera experiencia en este ámbito, algo que llevó a cabo con la Compañía de Antonio El Pipa. Ha participado en numerosos festivales de enorme importancia como el Festival de Jerez, La Reunión de Cante de la Puebla de Cazalla, el Festival de La Unión, el Festival de la Serrana, el de Casabermeja, El Arranque Roteño, la Fiesta de la Bulería, el Festival Gran Reserva y Los Viernes Flamencos de Jerez.

David cuenta con dos discos en el mercado, Mi verdad, editado en 2014 por Karonte, y Con la voz en la tierra, una autoproducción. El primero contiene una grabación en directo durante su actuación en el Palacio de Villavicencio de Jerez dentro del marco del Festival de Jerez de 2013. El segundo, también presentado en la muestra jerezana, es un disco de estudio, con la producción musical del guitarrista Santiago Lara. Además, en 2008 participó en el disco colectivo La nueva frontera del cante de Jerez, producido por BBK y Bujío Producciones, junto a una larga lista de jóvenes cantaores de Jerez.

En 2012, coincidiendo con la celebración del XVII Festival de Jerez, recibió el Premio al Mejor Cante de Acompañamiento al Baile. Ha formado parte del elenco de compañías de primeras figuras como los premios nacionales de danza Manuel Liñán e Isabel Bayón, y de otros bailaores de reconocido prestigio como Mercedes Ruiz y el Ballet Flamenco de Andalucía, en el que trabajó bajo la dirección de Cristina Hoyos durante varios años.

En 2015 presentó, en el Festival de Jerez, su primera propuesta artística en solitario, el espectáculo Solos, en compañía de Manuel Valencia y Manuel Liñán. David Carpio es pues un cantaor completo, y que contiene un sentido de la profesionalidad y la seriedad difícilmente superable.

Su cante rancio, forjado en La Plazuela y transmitido oralmente de generación en generación, le hace ser un artista diferente y con un eco de voz ancestral. Se puede afirmar que allá donde David Carpio canta, en su garganta suena Jerez y su barrio de San Miguel.

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