Guitarrista de Málaga
El poder de lo sutil
| Daniel Casares, guitarra |
| Julián Bedman, segunda guitarra |
| Manuel Peralta, cante y palmas |
| Manuel Montes, baile y palmas |
| Miguel Ortiz "Nene", cajón |
| José M. Posada "Popo", bajo |
| Antonio Maldonado, técnico de sonido |
Daniel Casares ha creado un repertorio en el que lo esencial es el discurso musical. Todo lo demás es secundario. De ahí su versatilidad. A pesar de estar compuesto para guitarra, este repertorio puede interpretarse a piano o con una orquesta. La esencia se mantiene intacta. El hilo invisible que cose las emociones está presente en todos los títulos del espectáculo El poder de lo sutil y del disco homónimo que le sirve de fundamento. Todos tienen una carga emocional importante para el artista porque nacen de sus vivencias, su familia, su entorno, de su lugar en el mundo. El poder de los sutil suena flamenco porque Daniel Casares lleva el flamenco en su ADN y su corazón lo sabe.
Daniel Casares comenzó a tocar la guitarra a la temprana edad de ocho años de forma casi autodidacta. Su formación en el Conservatorio Superior de Málaga le proporcionó las competencias clave necesarias para crecer como intérprete y compositor, hasta hacerse un hueco en la élite de los guitarristas flamencos.
Autodefinido como un poco ecléctico en sus gustos musicales, sus referencias proceden tanto del ámbito local, con Paco de Lucía y Niño Ricardo, ambos maestros españoles ampliamente conocidos, como de la escena internacional del pop, rock y R&B, con artistas como Sting o Sade.
En los últimos años, Casares también se ha sumergido en la obra de los mejores guitarristas brasileños de todos los tiempos (Garoto, Baden Powell y Rapahel Rabello), así como de los contemporáneos, como Guinga y Yamandú Costa, con el objetivo de aprender de sus armonías y letras.
Este guitarrista ha recibido el Premio Revelación Musical de la Asociación de Críticos de Espectáculos Latinos (Nueva York, 2005), el Premio Miguel Acal al Mejor Artista Flamenco (2005), el Premio Nacional de Guitarra (Hospitalet de Llobregat, 1999), el Premio de Guitarra Bordón Minero (Murcia, 1997) y el Premio Nacional de Guitarra (Jaén, 1996).
Pero además de todos estos reconocimientos, queda la esencia de la profesión, es decir, el trabajo constante de un artista, y Casares lo demuestra compartiendo estudio y escenario con intérpretes de renombre mundial como Loreena McKennitt, Toquinho, Dulce Pontes, Chucho Valdés y Cecilia Bart.
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