Bob Théâtre
| AUTORÍA, DIRECCIÓN E INTERPRETACIÓN: | Denis Athimon y Julien Mellano |
| TRADUCCIÓN: | Paloma Fernández Sobrino |
| MÚSICA: | Olivier Mellano |
| DISEÑO DE ILUMINACIÓN: | Alexandre Musset |
| TÉCNICO DE LUCES: | Gwendal Malard |
Una producción de Bob Théâtre de Rennes. Coproducción de Théâtre Lilico de Rennes. Concertado con el Ministère de la Culture et de la Communication – DRAC de Bretagne. Con el apoyo de la Région Bretagne, del Département d’Ille-et-Vilaine y de la Ville de Rennes. |
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En 1838 un joven abogado llamado Hutter deja su pueblo y a su joven esposa con el fin de cerrar una venta para un conde de los Cárpatos. En el camino se enfrenta a situaciones amenazantes cargadas de malos presagios. A pesar de todo, consigue llegar al castillo donde le espera el conde Orlock. Y todo empieza a dar mucho miedo…
“El punto de partida para Nosferatu es contar una historia de terror para niños. (…) Queremos preservar el encanto chapado a la antigua del Nosferatu de Murnau, emular la emoción del Drácula de Bram Stoker, recrear la elegancia de Bela Lugosi, la energía del Drácula de Coppola, la atmósfera trágica del Nosferatu de Herzog y la extrañeza de La bruja vampiro de Dreyer. Todo ello traducido al teatro de títeres”. Con esta declaración de intenciones, Bob Théâtre transporta a los jóvenes espectadores a Transilvania para conocer al más célebre de los vampiros.
Para los directores Denis Athimon y Julien Mellano “El miedo en el teatro es bastante raro. No el miedo psicológico, sino el miedo real, el que te hace saltar del asiento y reír nervioso. No queremos traumatizar al público sino animarlo a jugar con sus propios sentimientos, adentrándose en el suspense de la acción”.
Nosferatu llega por primera vez a España de la mano de Teatralia. Esta leyenda llena de misterio, humor y fenómenos paranormales obtuvo una nominación a los Premios Molière para público joven en 2008 y ha sido descrita por la crítica como “un espectáculo inteligente, divertido y deliciosamente terrorífico” (Télérama), “un espectáculo formidable” (Le Telegramme), o sencillamente “¡Irresistible!” (Le Devoir).