Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid

Vigüela (España)

Cantos en comunión: la música sacra en el ámbito popular

Encargo del FIAS | Estreno absoluto

  • Duración: 90 minutos

Programa

1. El rosario de la Aurora
2. Cantos a la Purísima
3. El alumbramiento de María y el niño perdido
4. Canciones acumulativas
5. Rondas y aguilandos
6. Cantos procesionales de Semana Santa
7. Vía Crucis
8. Según las Escrituras:
     Sevillanas bíblicas
     La samaritana
     Los santos inocentes

9. La vida de los santos
10. El ramo de la Magdalena
11. Rogativas de agua
12. Salves, Ave Marías y plegarias a la Virgen

Canciones de dominio público con arreglos de Vigüela.


Intérpretes

Juan Antonio Torres | voz, campanillas de auroros, pandera, tapaderas, zambomba, rabel, guitarra, coros, campanillas
Mari Nieto | voz principal, almirez, hierros, coros
Carmen Torres | voz principal, caldero, botella, pandereta, almirez, coros
Luis García Valera | vaud, botella, zambomba, tambor, pandereta, pandero, coros
David Mollón | guitarra, sartén, rabel, caja, guitarro
María del Carmen Martín Cano | coros
Dionisia Carpeño Sedeño | coros
Cristina Gómez Jiménez | coros
Rafael Jiménez "Falo" | voz (artista invitado)


Notas al programa

La música de temática religiosa en la tradición del pueblo se ha interpretado asociada a festividades o a ritos concretos, así como, también, para hacer rogativas ante un problema concreto, como puede ser una sequía. Asimismo, en la vida cotidiana se ha utilizado con un fin didáctico, mediante la repetición en los cantos acumulativos, para ayudar a memorizar aspectos de las sagradas escrituras.

El programa que nos ocupa incluye piezas de Navidad, algunas asociadas a danzas rituales, de la Semana Santa, loas a la Virgen y santos asociadas a ceremonias, que tienen un uso casi catártico para la comunidad que las desarrolla. Comunidad y comunión unen más que nunca sus significados en estos momentos, en los que la música cataliza la devoción, la esperanza y la espiritualidad del pueblo.


Sobre Vigüela

La historia de Vigüela es la historia de una entrega vital a un legado cultural de una belleza salvaje y muy ignorada: la música tradicional del centro de la península ibérica.

Vigüela nació a mediados de los años 80, como muchos otros grupos de jóvenes que, tras el régimen franquista, buscaron en las manifestaciones populares de su tierra una manera de canalizar sus ansias creativas, sin tener que adoptar estilos musicales que les resultaban ajenos.

Sin embargo, Vigüela siempre sonó diferente. ¿Por qué? Seguramente, la anécdota que Juan Antonio Torres explica en el libreto del disco A Tiempo Real nos ayudará a atisbar ese porqué:

"Cuando tenía alrededor de 20 años, estuve en Menasalbas (Toledo) para visitar a la Tía Chata, gran cantaora de jota. Llegué con mi guitarra para tocar y que ella cantara. Una vez allí, empecé a tocar y la señora no se «arrancaba» a cantar… Después de varios intentos, ella se manifestó y me dijo: «Guapo, no sabes tocar la jota. Te vas a esperar a que venga mi marido del trabajo, que él sí sabe». Allí permanecí esperando.

Cuando llegó su marido al anochecer, cogió mi guitarra, usó un lapicero atado con un cordel para colocar la cejilla en el primer traste y puso postura de re mayor. Empezó a mover la mano derecha en la guitarra haciendo una secuencia desconocida para mí, pero que marcaba lo que la Tía Chata necesitaba para cantar jota y, que yo antes, no le estaba dando. Esa forma de tocar parecía fácil, pero cuando quise reproducirla para que ella cantara, no supe.

Más adelante me percaté de que tocar así la guitarra para hacer jota era común en todos los sitios. La Tía Chata me demostró que yo no sabía tocar jota, aun conociendo y sabiendo ejecutar los ritmos con los que se identifica generalmente la jota en el lenguaje académico de los cancioneros."

Esta anécdota supuso el inicio de la búsqueda de un camino al que solo muchos años después han llegado: la búsqueda de los códigos de interpretación de la Tía Chata, su generación y otras muchas anteriores, pero también más nuevas, que han mantenido un lenguaje musical paralelo al de la música basada en conceptos del mundo académico, como compás, afinación, ritmo… que, en la música de la Tía Chata y su marido, en caso de existir, no significaban lo mismo.

Con el tiempo vieron que había gente joven que sí sabía tocar la jota a la manera de la Tía Chata, que ese código se utilizaba como un lenguaje que unía a las generaciones y que las particularidades de esta forma de interpretar podían resultar difíciles de expresar, incluso huidizas a la consciencia y a la descripción, pero eran precisamente el vector para transmitir la enorme carga emocional y comunicativa que tiene la música del pueblo hecha a su manera.

Con su música, Vigüela quiere que las personas de diferentes edades puedan interactuar disfrutándola y proseguir su conexión intergeneracional.

Vigüela ha actuado en innumerables programaciones nacionales y en festivales de referencia mundial, como Womad UK, Forde en Noruega o la programación Klangkosmos, con doce conciertos en Alemania. En 2019 actuaron en España, Polonia (mayo y julio), Alemania, Eslovenia, Portugal, Serbia y Uzbekistán. En 2020 participaron en el festival de Corea del Sur Sori, con una participación online, ya que la pandemia no permitió llevar a cabo el concierto presencial. En 2021 llevaron a cabo también la participación online en el festival profesional de AGIMA, en el día de la música organizado por la institución escocesa Hands up for Trad. Este mismo año, realizaron una gira en Francia de diez conciertos.

En 2020, con apoyo de IPEX y Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha llevan a cabo un proyecto de materiales digitales para la internacionalización, del que forma parte este documental realizado durante la grabación del noveno disco.

Han realizado talleres de música y baile en España, Inglaterra, Polonia, Chipre, Suecia, Alemania y República Checa.


Sobre Rafael Jiménez "Falo"

Falo pertenece a la generación de artistas flamencos que apuestan por una renovación del cante, siempre partiendo de su tradición más pura.

Comienza su trayectoria como cantaor en 1985 en la Peña Enrique Morente de Oviedo. En 1991 recibe de manos de Félix Grande una beca de flamencología de la Universidad Complutense de Madrid que le permite introducirse en el ambiente flamenco de la ciudad y comenzar a trabajar como cantaor para el baile.

Ha trabajado en teatros de todo el mundo cantando en las principales compañías de baile, como las de Mario Maya, Javier Barón, Rafael Amargo, Antonio Canales o Belén Maya. También ha colaborado durante casi una década con Enrique Morente en sus actuaciones en directo, como Cante y poesía, Misa flamenca, El pequeño reloj u Omega (Poeta en Nueva York).

Entre 1995 y 2000 vive intermitentemente en Nueva York trabajando con la compañía Noche Flamenca, una experiencia que marcará su carrera porque cambia su concepto del arte y del artista.

En 1996 graba su primer disco, ¡Cante gitano! (Celestial Harmonies), que supone el inicio de su carrera como solista. Por este álbum obtiene en 1998 el prestigioso premio Copa Teatro Pavón al Mejor disco del año y al Mejor intérprete joven, que le entrega Manuel Ríos Ruiz, Premio Nacional de Literatura y fundador de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera. Desde entonces ha proseguido con su carrera como solista, actuando en teatros y festivales de todo el mundo, y ha seguido colaborando con distintos artistas y agrupaciones flamencas.

Octubre de 2011 es la fecha de lanzamiento de su segundo disco, El cante en movimiento, donde, al igual que en ¡Cante gitano!, Falo recupera estilos y cantes poco utilizados para ofrecerlos actualizados al público de hoy. Entre sus colaboraciones discográficas, destaca la realizada en el exitoso disco de Radio Tarifa, Temporal (1996, BMG). Los Tangos de la condición, uno de los temas interpretados por Falo, fue número 1 durante dos meses en la lista de éxitos de Músicas del mundo de EE. UU. También ha colaborado con el folklorista Eliseo Parra en su álbum de 2003 Viva quien sabe querer; con el bailaor Joaquín Ruiz en Caravana, 2010 (número 19 en la lista de Músicas del mundo europea en febrero de 2011-World Music Charts Europe); el guitarrista flamenco Raúl Mannola en Guitarra adentro, 2009, e Inner Visions of Flamenco, 2011; con Caroline Planté en su reciente y novedoso álbum de guitarra flamenca 8 Reflexiones, co-producido con Paco Ortega y Mariano Cruceta (primer álbum de una guitarrista flamenca editado en España); y con Roni Martin en su álbum 4 movements for movement, 2006-2011.

En su faceta de investigador del cante flamenco, Falo ha rescatado y sacado a la luz estilos y cantes en desuso de gran belleza y valor artístico, y ha pasado por el tamiz flamenco temas populares de su tierra asturiana, como las bulerías A la Tía Chata de su primer disco, cantadas en bable, o la montañesa La nieve y la rosa, de su segundo disco.

La investigación flamencológica y los años de estudio de técnicas vocales con reputados maestros de canto no solo han influido en la personalidad artística de Falo, sino que también lo han llevado a la docencia y a una actividad como conferenciante.

En la actualidad, enseña en la escuela de flamenco más emblemática de Madrid (Amor de Dios), en el Conservatorio Profesional de Música Arturo Soria y en el Conservatorio Superior de Danza de Madrid María de Ávila, y ha dado charlas sobre historia del flamenco y cursos de cante tanto en España como en el extranjero.

Falo ha buscado siempre modos de actualizar los cantes, enriquecerlos o destacar su esencia mediante el uso de nuevos instrumentos y nuevas armonías, aportando nuevos melismas y matices, ofreciendo nuevos contextos sonoros, o proponiendo espacios físicos diferentes de interpretación. Gracias a este esfuerzo creativo, el cante de Falo atrae, sin ceder un ápice de flamencura, a un público amplio de aficionados al flamenco, a la música clásica, el folklore, las músicas del mundo o el jazz. Ejemplo de esta búsqueda es la malagueña A Enrique el Mellizo, que aparece en el álbum ¡Cante gitano! acompañada por un coro de canto gregoriano para recrear y evocar lo que sostiene la leyenda: que Enrique el Mellizo creó esta malagueña, inspirado por los cantos gregorianos que era aficionado a escuchar en la catedral de su ciudad natal.

Información práctica

Vídeo