La triste figura

David Espinosa / El Local E.C.

www.davidespinosa.org

  • Instalación
  • Estreno en Madrid
  • País: España
  • Año de producción: 2015
Los niños menores de 12 años pueden entrar bajo responsabilidad de un adulto
Creación, dirección e interpretación: David Espinosa
Colaboración: África Navarro, Carlos valverde y Carol Bonfim
Sonido y música: Santos Martínez / David Espinosa
Espacio escénico: Max Glaenzel / David Espinosa
Construcción: Ou / Barbara Glaenzel / Josep Iglesias
Creative manager: Marta Oliveres - M.O.M. El Vivero
Producción: El Local E.C., IF Barcelona y Festival Marionnettes du Neuchatel, con el apoyo del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya
Gracias a: Carlos Aladro y Fina Cerdán
Con formación en teatro y danza, este creador singular nacido en Elche en 1976 ha sorprendido al mundo local y europeo del espectáculo con sus propuestas chocantes y paradójicas”.
Titeresante


La triste figura es una instalación performativa sobre el uso de la imaginación y su relación con la percepción y el significado, inspirada en la novela de Cervantes Don Quijote de la Mancha. El lector/espectador explorará la dicotomía entre realidad y ficción, la relación entre imagen y sonido, las disfunciones en la percepción que nos conducen a la locura. Un juego formal que potenciará nuestra capacidad de imaginar, intentando mantener siempre ese sentido del humor tan alabado de la obra Cervantina. Conectada a la idea de novela polifónica, la instalación se caracteriza por el barroquismo y la simultaneidad, una cosmovisión que interpreta la realidad desde varios puntos de vista superpuestos al mismo tiempo, mezclando sin prejuicios el lenguaje vulgar con lo poético, la comedia con la tragedia, la filosofía y la sátira.

Para La triste figura, Espinosa ha construido un dispositivo escénico que representa el viaje del personaje principal, Alonso Quijano, hacia la locura. Una instalación mitad escultura, mitad maqueta, que traslada al espectador la percepción que el Quijote tenia de la realidad. Una escultura que ejerce de espacio escénico, de trama y de actor de la propuesta, que ha sido imaginada como una gran vanitas escénica (en pintura, la vanitas designa un género particular de bodegón, con todo tipo de objetos de alto valor simbólico, frecuente en la época barroca. Los objetos representados son todos símbolos de la fragilidad y la brevedad de la vida, denuncian la relatividad del conocimiento y la vanidad del género humano sujeto al paso del tiempo, a la muerte).

La obra de David Espinosa gira en torno a la idea de representación y a la ruptura de los límites de la teatralidad, cuestionando para ello el hecho escénico y alterando la ecuación de los elementos que la componen. Manteniendo un espíritu critico, cargado de ironía, sobre la sociedad y el mundo del arte, en cada creación Espinosa intenta desarrollar un juego formal que sorprenda al espectador y que le haga partícipe en el visionado de la obra, exponiendo con crudeza los mecanismos y los planteamientos del trabajo. Su trabajo personal comenzó transitando las fronteras del cuerpo y la palabra, introduciendo la tecnología como herramienta escénica, para después sustituir el actor, la presencia física, por el uso del objeto.

Interesado cada vez más por la creación de significado a través de la relación entre la forma, la luz y el sonido, el artista ha profundizado en el concepto de espectacularidad planteando dispositivos que mediante métodos precarios y low tech generan sofisticados efectos cargados de teatralidad. Juguetes para adultos, con los que ofrece una particular experiencia donde el componente ocioso o lúdico tiene tanto valor como el discurso artístico, creados de una forma artesanal, casera, que siguiendo la máxima punk del “hazlo tú mismo” acercan al espectador la creación contemporánea, evitando la figura del artista elitista y endogámico.

Al acceder a la sala para disfrutar de su instalación La triste figura, el espectador recibe un pergamino con las instrucciones de uso: un texto que ejerce de prólogo y guía de la propuesta y un mapa que revela los paralelismos con la novela. Dentro, el público hallará los dispositivos de imagen y sonido con los que podrá interactuar sobre la escultura. Esta pieza surge del espectáculo Much Ado About Nothing, donde Espinosa trata de representar simultáneamente las obras completas de William Shakespeare. La triste figura cierra, junto a esta y a Mi Gran Obra, la Trilogía del Monigote. El trabajo forma parte, además, de un nuevo proyecto, que finalizará en 2018 y que compondrá el El Pentáculo de las artes, cinco obras sobre el concepto de juguetes para adultos o esculturas performativas.

ACCESO CONTINUADO, CON ENTRADA LIBRE HASTA COMPLETAR AFORO

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