Mónica García y Ana Vallés / Matarile
Creación e interpretación: | Mónica García y Ana Vallés |
Iluminación, espacio y sonido en tiempo real: | Baltasar Patiño |
Asistencia en la dirección: | Ricardo Santana |
Vestuario: | Naftalina y Matarile |
Vídeo: | Edición Rusa |
Fotos: | Rubén Vilanova, Edición Rusa y Ana Hevia |
Asistencia técnica: | Miguel Muñoz |
Agradecimientos: | Producións Zopilote |
Producción y distribución nacional: | Juancho Gianzo |
“Las intérpretes, con un dominio técnico excelente, investigan sus cuerpos, se fusionan, se despeinan, se enfrentan y exploran sus recovecos, en un complicado tetris corporal. Hay algo de sumo y de tauromaquia, en contraste con su delicadeza de movimientos”.Eva Vallines, La Nueva España
Se dice del teatro de Matarile que "requiere de un espectador libre de prejuicios". Quizás porque la primera compañía de teatro contemporáneo de Galicia, con más de 30 años de trayectoria, encontró en la vanguardia, la proximidad y la innovación los motores de su acción escénica. En el año 2000, Ana Vallés, cofundadora de la compañía, actriz y directora, y Mónica García, bailarina y coreógrafa, se conocieron durante el proceso creativo de Fine Romance de Provisional Danza. Y un proceso llevó a otro. Desde 2007 trabajaron juntas en Matarile y, tras años deseando sumar en un dúo, surgió Los limones, la nieve y todo lo demás.
Sobre un escenario minimalista, dos cuerpos, los de Ana Vallés y Mónica García, irrumpen sobre las tablas para encontrarse y fusionarse sobre un poema escénico sin apoyo textual. Las referencias a Roberto Bolaño, Friedrich Nietzsche, Slavoj Žižek o Henry David Thoreau inundan una creación atravesada desde su inicio por los Sweet Dreams de Eurythmics, en la que todos los elementos responden, al unísono, al vaivén y el contacto de sus cuerpos.
"La tentación de dejarlo todo y largarnos corriendo a otro lugar.
El deseo persistente de atravesar la fantasía y los hechos reales
de nuestros personajes inventados.
Quizás, por evitar el regreso, dilatamos la partida,
y mientras tanto, escuchamos las palabras del loco
o abrazamos la belleza, con mala conciencia.
Disfrutemos de este día perfecto",
dice Matarile de Los limones, la nieve y todo lo demás.
El 37º Festival de Otoño será testigo este noviembre del talento y el discurso no verbal de dos creadoras únicas. En palabras de la critica: "hay una manera carnal y frutal de agarrarse una a la otra y de tantear las posibilidades de danzar y avanzar juntas" (Afonso Becerra, Artezblai). "El teatro se escribe en el escenario, con los cuerpos atravesados por el espacio, desapareciendo en él o haciéndose uno", sentencia Ana Vallés.