En este boletín se incorporan los acontecimientos recogidos durante el primer trimestre de 2003, y aunque tienen carácter provisional, por comparación con lo ocurrido en el primer trimestre de 2002, podemos atisbar hacia donde enfocan los datos.

En los nacimientos, se observa un incremento en más de mil nacidos respecto al primer trimestre de 2002, y no apreciándose motivos diferentes a la propia evolución de los datos, parece indicar que continúa al alza el volumen de nacimientos en nuestra región, al menos al mismo ritmo que en años anteriores, lo que equivaldría al menos a 3.000 nacimientos más que en 2002.

Los indicadores de nacimientos que pueden calcularse mantienen en este trimestre la misma tendencia, tanto la tasa bruta de natalidad que aumenta muy ligeramente, como las edades medias de las madres al nacimiento de los hijos, que siguen arañando centésimas a una edad media que se sitúa ya en los 31,53 años para el conjunto de los nacimientos, y en 30,11 para el primer hijo. Las diferencias de edad entre las madres españolas y extranjeras, siguen siendo elevadas, aunque en este trimestre se ha reducido un par de décimas, por lo que habrá que observar en sucesivos trimestres su evolución.

Respecto a las defunciones, la tasa bruta sigue disminuyendo como viene ocurriendo en los últimos años, y se sitúa en el 6,86 por mil, así como la mortalidad infantil que disminuye dos décimas respecto al primer trimestre del año anterior. Las edades medias a la defunción se mantienen estables, así como las importantes diferencias entre las edades medias de españoles y extranjeros, en más de 23 años para los hombres y un año menos para mujeres, debido a la estructura de edad de este colectivo, muy joven respecto a la pirámide de los españoles.

En cuanto a los matrimonios, el número de esposos y esposas contabilizados en el primer trimestre de 2003 suponen un incremento en más de cuatrocientos casos respecto al mismo trimestre del año anterior, lo que eleva las tasas de nupcialidad al 10,87 y 9,92 por mil para esposos y esposas respectivamente. Las edades medias al matrimonio mantienen su evolución ascendente hasta situarse en los 32,11 años de media para los esposos y en 30,19 años para las esposas, con ligeras diferencias entre españoles y extranjeros que apenas llegan al medio año en cada sexo. Asimismo, las diferencias de edad entre el conjunto de matrimonios y el de los solteros sigue siendo muy reducida, sobre todo en mujeres, donde apenas se diferencian en poco más de medio año sus respectivas medias (0,72 años).