¿Cómo afectó el exceso de mortalidad de la primera ola del COVID-19 a los municipios madrileños?
 

• El Sudeste registró un exceso de mortalidad del 130% hasta el 21 de junio en comparación con el promedio de defunciones registradas en el mismo período de 2015-2018
   
• San Fernando de Henares (242%), Alcobendas (157%) y Rivas-Vaciamadrid (138%), las ciudades de más de 35.000 habitantes con mayor exceso de mortalidad  
   
• La sobremortalidad registrada en Madrid durante la primera ola del COVID-19 superó el pico de la pandemia de la Gripe de 1918

El Sudeste fue la zona de la Comunidad de Madrid donde se registró un mayor exceso de mortalidad durante la primera ola de la pandemia del COVID-19, según el informe Impacto del COVID-19 en los Indicadores Demográficos de la Comunidad de Madrid y su estructura de edad elaborado por el Instituto de Economía, Geografía y Demografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) por encargo de la Dirección General de Estadística de la Comunidad de Madrid. Hasta el 21 de junio, fecha en la que se levantó el estado de alarma decretado por el Gobierno de España, el Sudeste contabilizaba una sobremortalidad del 130% respecto al promedio de defunciones registradas en el mismo período de 2015-2018. Otras tres zonas estadísticas (Sierra Sur, Norte Metropolitano y Sudoeste) superaban el 90% de exceso de mortalidad en los seis primeros meses del año. En su conjunto, la Comunidad de Madrid tenía una sobremortalidad acumulada del 61% justo después de la finalización del estado de alarma.

El informe del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC analiza el impacto de la primera ola del COVID-19 en la mortalidad y esperanza de vida de los habitantes de la Comunidad de Madrid. El análisis se basa en los datos provisionales de defunciones por lugar de inscripción hasta julio de 2020. El exceso de mortalidad se ha calculado sobre los datos del mismo período de 2015 a 2018 al carecer todavía de la información relativa a 2019. Esta elección puede producir un ligero sesgo en los resultados la incrementar la mortalidad esperada debido a que en 2015 hubo una inusual mortalidad asociada a la gripe y una ola de calor en verano.

En cuanto a los municipios de más de 35.000 habitantes, San Fernando de Henares registró el mayor exceso de mortalidad en los primeros seis meses del año, con un 242%. Otras ocho ciudades –Alcobendas, Rivas-Vaciamadrid, Colmenar Viejo, Pozuelo de Alarcón, Leganés, Alcalá de Henares, Boadilla del Monte y Alcorcón– vieron duplicar su número de defunciones respecto al promedio para 2015-2018. Varias de estas ciudades albergaban residencias de personas mayores que sufrieron de forma severa el impacto de la primera ola de la pandemia.

 

En el resto de municipios de la Comunidad de Madrid, el aumento de la mortalidad fue mayor en los municipios de 2.500 a 5.000 habitantes (108% de sobremortalidad) y en los de 10.000 a 35.000 vecinos (94%). El menor incremento en los municipios más pequeños, los de menos de 2.000 habitantes, puede deberse a un retraso en la transmisión de la información de los fallecidos en las últimas semanas, por la menor población y movilidad en ellos de forma general o por la menor presencia de residencias para personas mayores.

En cuanto a la evolución temporal de la mortalidad durante las primeras semanas de la pandemia en la Comunidad de Madrid, el impacto más temprano –antes del estado de alarma decretado el 15 de marzo– se produjo en el corredor del Henares, la zona de Arganda del Rey y el sur de Madrid, o Leganés. Una vez pasada esa primera semana, la mortalidad se extiende al resto de la región, alcanzando su máximo en la última semana de marzo y la primera de abril, además de desplazarse a municipios más pequeños y áreas diferentes. Así, el pico de mortalidad en los municipios de la Sierra de Guadarrama –San Lorenzo de El Escorial, Guadarrama o Cercedilla– se alcanza en abril y no tanto en marzo como en otras zonas de la Comunidad.

En el peor momento de la primera ola de la pandemia, la mortalidad en la Comunidad de Madrid y en el municipio de Madrid llegó a elevarse más de cinco veces respecto a la media de los años 2015-2018, superando el pico de sobremortalidad registrado en la ciudad de Madrid durante la Gripe de 1918.

 

El exceso de mortalidad se aproximó a niveles de diez veces por encima de los valores normales en municipios de menos de 35.000 habitantes y en ciudades como Alcalá de Henares, Alcobendas, Alcorcón, Boadilla del Monte, Colmenar Viejo, Leganés, Las Rozas de Madrid o Pozuelo de Alarcón.

 

Pérdida de esperanza de vida

España es el país con mayor esperanza de vida en Europa y con una de las más altas del mundo. Dentro del país, la Comunidad de Madrid es la región con mayor esperanza de vida al nacer, con casi 85 años (87,23 años para las mujeres y 82,36 años para los hombres). Para el caso de la Comunidad de Madrid, las estimaciones sugieren una disminución de la esperanza de vida al nacer que van desde los 1,9 años entre los hombres a los 1,6 años entre las mujeres, que corresponde a los niveles de 2009 a una pérdida de 2,8 años (índice de confianza del 95%: 2,6-2,9) para los hombres y 2,1 años (2,0-2,3) para las mujeres.

Al comparar las tablas del año 2018 y el año 2020, el ejercicio de simulación arroja una pérdida en la esperanza de vida al nacimiento de 2,9 años (índice de confianza del 95%: 2,7-3,0) para los hombres y de 2,5 años (2,3-2,7) para las mujeres para el conjunto de la mortalidad estimada del año 2020.

En cuanto a la pérdida en esperanza de vida en proporción respecto a los valores normales (pérdida relativa) de cada edad, esta se centra en las personas mayores con diferencias porcentuales superiores al 10% a partir de los 60 años. También llama la atención las diferencias de pérdida de esperanza de vida según el sexo, siendo muy superior en los hombres.