Tris tras

(.) presto me siento para surcar el éter por un nuevo camino hacia nuevas esferas de puro movimiento

- "Fausto" W. Goethe

 

"Durante años me he dedicado a contar historias., pero hoy no quiero ser yo quien dirija al espectador y sí dejar a su imaginación capturar ese momento mágico, donde, sin querer contar nada y a través del movimiento del cuerpo, lo cuentas todo. La danza, el gesto, el movimiento corporal tiene la riqueza de contar sin fin. El movimiento crea una continuidad kinesiológica que sólo es característica de la danza, y de esta manera no nos presenta una narración o una alegoría danzada, sino más bien a través de éstas o sin éstas, un campo de fuerzas, sensaciones y sentimientos. Esta riqueza de expresión abstracta hace de la coreografía un modo de expresión puntual en el tiempo y el espacio, dependiente de los intérpretes y su momento. La coreografía podría pues definirse como el arte del tiempo y del espacio. Esta situación es un signo de la importancia del intérprete en la creación. Por eso, desde aquí, agradezco a Dacil, Iker, Joaquín y Mar su inmensa sabiduría y generosidad regalándonos su movimiento en esta creación a Elisa, a Iván, a los Luises y a mí misma.

Hoy, 6 de septiembre de 2010, comienzo una nueva producción que, por primera vez en 21 años de compañía, en nuestra ya tradicional primera reunión del equipo artístico en casa, se quedaron mudos. Mi frase de introducción fue "no hay una historia". Los lápices cayeron sobre los folios, las sonrisas de ese siempre emocionante primer encuentro en el que nos cuentan de qué va el guión, se congelaron. Cundió la incertidumbre y surgió una sola pregunta, cuando en otros inicios siempre fueron miles: "¿qué vamos a hacer?". Pero eso ya pasó hace un tiempo. La reunión con los intérpretes hoy ha sido muy distinta. A mi frase "este año, no hay historia" le siguió un rotundo "biiiieeeen". Ustedes dirán."

Mónica Runde

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