Comunidad de Madrid
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El Festival

Presentación

Vuelve el ciclo a cerrarse, el de los años, la claqueta de nuestras vidas, y la Danza, con "de" grande, se engalana de nuevo en esta región acogedora. Madrid en Danza, festival treintañero y altivo, viene cargado de arte, de embrujo y de alegría.

Las raíces de la Danza no están ni aquí ni allí, no es cuestión de geografía sino de anatomía, pues este arte atávico se arranca de nuestras entrañas, nace al mismo tiempo que nuestra condición de humanos, nos permite imitar y comprender el mundo, donde todo fluye, las aguas, las nubes, el tiempo, la vida… Por eso la Danza, que no tiene lengua, es un idioma universal; esperanto, fraternidad y sentimiento.

De nuevo, el Festival Internacional Madrid en Danza de la Comunidad de Madrid se abre a la convivencia, se consolida como festival internacional y profundiza en su renovación con la idea de ofrecer una programación que abarque desde el ballet académico hasta la danza española, pasando por los registros más actuales de la danza contemporánea y teatral.

En el tren de sus compañías viajan las de todo pelaje, aquí hay libertad de culto, con la sola condición de tener el veneno que nos arrebate. Desde el primer vagón, que en los trenes es locomotora, donde viaja Nacho Duato (gracias por demostrarnos, a los de la butaca, que la memoria es mutua), hasta todos los que le siguen, las compañías residentes, que son al mismo tiempo invitados y anfitriones, todos vienen con su aguijón.

Dorothée Gilbert y Mathieu Ganio, estrellas de Ópera de Paris, con su Tristán e Isolda, o Catherine Habasque, con sus variaciones sobra La Traviata; la histórica Batsheva Dance Company, o la emocionante Gauthier Dance/Dance Company Theaterhaus Stuttgart, representativos de los que vienen de otros países, junto con los nuestros, con Cesc Gelabert y Mónica Runde, pioneros de la danza contemporánea en España, con los innovadores Israel Galván, Marcos Morau y Belén Maya, con el ballet de Rafael Aguilar, modernizador de la Danza Española, con Pep Ramis y María Muñoz, siempre cuestionando los lenguajes, con Larumbe, Concha Jareño, Lali Ayguadé, Sara Calero y tantos otros, son los encargados este año de presentarnos sus propuestas, su virtuosismo y su voluntad de renovar.

Merece ser destacada la Gala Internacional Madrid en Danza, que se celebra por segunda vez, porque el espíritu que la anima es el del reconocimiento y el reencuentro.

Cumple con creces este festival sus tres objetivos: el de permitir a nuestros creadores disponer del elemento comparativo, para no estrechar las miras, para poder aspirar a lo más grande. El de hacer disfrutar de lo sublime a los de la butaca, esos a los que la pócima secreta del mundo de las coreografías abduce del grosero mundo de lo consciente Y, por último, el de sacar pecho y convertirse en evento protagonista en la frondosa vida cultural madrileña, poniendo en primer plano a la Danza, con "de" grande.