País: Francia Idioma: sin texto Franja de edad recomendada: a partir de 5 años Género: danza Duración aprox.: 50 minutos
"MAR, DANZA Y MÚSICA PARA ALIMENTAR LOS SUEÑOS. HAY HUMOR, BELLEZA. NIÑOS Y ADULTOS SE QUEDAN FASCINADOS POR ESTE SUBLIME Y MISTERIOSO INSTANTE DE GRACIA ETÉREA"
- Mathieu Locoq, Théâtre Enfants.com
El mar evoca un espacio abierto que se abre a lo nuevo, a lo desconocido y a la aventura. Estar en una de sus orillas sugiere la seguridad y los placeres que el borde del gran espacio líquido nos proporciona. Pero adentrarse en él es sumergirse en un ámbito desconocido que ofrece una gran variedad de sensaciones que en ocasiones se contraponen.
Cuatro marineros muestran las facetas del universo marítimo en un escenario que comparte a partes iguales, el decorado, las luces, la música en directo, el teatro y la danza. El resultado es un espectáculo cargado de sugerencias y referencias a los diferentes estados del mar. Los objetos y la ambientación que proporcionan las diferentes disciplinas conducen esta historia que narra la relación de los cuatro marineros con el mar. Los objetos, cuyo rol es a veces cambiante, despiertan la imaginación del espectador. Dos piedras se transforman en un ave que descansa en la playa, o en instrumentos musicales. Los diálogos compuestos por un lenguaje imaginario se apoyan en la ambientación y la interpretación para sugerir la historia. Es el conjunto del todo lo que permite al público intuir o deducir algunas situaciones que los cuatro marineros van a vivir en el mar.
La iluminación aumenta la idea de espacio que es ese gran mar y ayuda a evocarlo y a representarlo en situaciones muy diversas. A veces tranquilo y enigmático en su interior, placentero y propicio para juegos y descanso en su orilla, o agitado cuando llega alguna tormenta.
Desde el punto de vista teatral, hay en Grand Large una afinidad con los personajes que se presentan con un humor tierno. Desde el punto de vista coreográfico, la obra está compuesta en la frontera entre la danza y el teatro visual, con leves toques de movimiento acrobático. A todo ello va intrínsicamente unido el sonido que por momentos da indicios de las situaciones y por otros, se transforma en música contemporánea interpretada con instrumentos, objetos que se transforman en instrumentos y también percusión corporal.