Requiem de Jommelli
250 años de la muerte de Niccolò Jommelli (1714- 1774)
- Arvo Pärt (*1935)
- Da pacem Domine (2004). Dedicada a las víctimas de los atentados del 11M
- NiccolòJommelli (1714- 1774)
- Missa pro defunctis (1756)
I. Introitus
- 1. Requiem aeternam (Soli SA e Coro)
- 2. Te decet hymnus (senza tempo)
- 3. Requiem aeternam (Soli SA e Coro)
II: Kyrie
- 4. Kyrie (Coro)
- 5. Christe (Soli SAT e Coro)
- 6. Kyrie (Coro)
III. Sequentia
- 7. Dies irae (Soli SATB e Coro)
- 8. Salva me (Soli SATB e Coro)
- 9. Oro supplex (Soli SATB e Coro)
- 10. Pie Jesu (Coro)
IV. Offertorium
- 11. Domine Jesu (Coro)
- 12. Libera eas (Coro)
- 13. Quam olim Abrahae (Coro)
- 14. Hostias (Soli SATB e Coro)
- 15. Quam olim Abrahae (Coro)
V. Sanctus
- 16. Sanctus (Soli SAT e Coro)
- 17. Hosanna (Coro)
- 18. Benedictus (Soprano solo)
- 19. Hosanna (Coro)
VI. Agnus Dei
- 20. Agnus Dei (Soli SAT e Coro)
- 21. Dona eis requiem (Coro)
VII. Communio
- 22. Lux aeterna (Coro)
- 23. Requiem aeternam (Soli SA e Coro)
- 24. Cum sanctis tuis (Coro)
VIII: Responsorium
- 25. Libera me (Soli SA e Coro)
- 26. Quando caeli (Coro)
- 27. Dum veneris (Soli SATB e Coro)
- 28. Tremens (Soprano solo)
- 29. Quando caeli (Coro)
- 30. Dies illa (Alto solo)
- 31. Dum veneris (Soli SATB e Coro)
Nereydas - Coro de la Comunidad de Madrid
Ulises Illán | Director
Solistas
Alexandra Tarniceru | Soprano
Andrea Rey | Alto
Igor Peral y Diego Neira | Tenores
Alejandro von Büren y Fernando Rubio | Bajos
Coro de la Comunidad de Madrid
Josep Vila | Maestro de coro
Mercedes Lario, Corina Fernández, Iliana Machado, Vanessa García, María Jesús Prieto | Sopranos
Julieta Navarro, Sonia Gancedo, Paz Martínez, Isabel Egea, Teresa López | Altos
Gerardo López, Francisco Rodríguez, Igor Peral, Karim Farhan, Diego Neira, Emmanuel Faraldo | Tenores
Ángel Figueroa, Fabio Barrutia, Alejandro von Büren, Pedro Camacho, Vicente Canseco, Fernando Rubio | Bajos
Nereydas
Ulises Illán| Director
Ignacio Ramal (concertino), Guillermo Santonja, Elvira Martínez, Sergio Suárez, Leonor de Lera, Lidia Fernández, María Hernández | Violines
Lola Fernández y Víctor Gil | Violas
Candela Gómez y Ángela Lobato | Violonchelos
Jonathan Álvarez y Laura Asensio | Contrabajo
Jorge López-Escribano | Órgano
Da pacem Domine, una oración cívica por la paz
Da pacem Domine de Arvo Pärt emerge como una obra maestra que entrelaza magistralmente el dolor humano con la espiritualidad, brindando una expresión de esperanza por un mundo en paz. Este canto se convierte en un verdadero abrazo de pacífica energía, conectando las emociones más profundas con la aspiración universal de armonía y serenidad. Según informa el Arvo Pärt Center, el violagambista y director español Jordi Savall encargó a Arvo Pärt componer su obra vocal en latín, Da pacem Domine (que significa "Danos la paz, Señor"), como parte de un concierto por la paz. Arvo Pärt construyó su obra utilizando la melodía de esta antífona (que se puede escuchar en la parte de contralto) y añadiendo tres voces polifónicas mediante su característica técnica tintinnabuli, que consiste en acompañar una melodía principal con una voz tintinnabular que únicamente emplea notas pertenecientes a un acorde de tríada, siguiendo algún tipo de regla con respecto a la voz principal. Esta técnica, que emplea férreas reglas consigue una sonoridad mágica y atemporal.
El estreno de Da pacem Domine tuvo lugar en julio de 2004 en Barcelona, interpretado por el conjunto de música antigua Hespèrion XXI y La Capella Reial de Catalunya bajo la dirección de Jordi Savall, como parte de un concierto dedicado a las víctimas del atentado de Madrid de marzo de ese mismo año. Aunque a menudo se interpreta como un tributo directo a esas víctimas, la obra es en realidad una plegaria universal por la paz frente al sufrimiento humano, expresando la creencia en la protección divina en tiempos turbulentos.
Posteriormente, Arvo Pärt adaptó la pieza para coro y orquesta de cuerda, estrenándose la nueva versión en mayo de 2007 en la iglesia de San Nicolás de Tallin, interpretada por el Coro de Cámara de la Filarmónica de Estonia y la Orquesta de Cámara de Tallin.
Réquiem de Jommelli: Un réquiem para celebrar un aniversario luctuoso
Niccolò Jommelli (1714-1774) era considerado el mejor compositor italiano vivo por el estudioso de la música inglés Charles Burney, quien le conoció en su viaje por Italia en 1770. Jommelli gozó de un enorme éxito como compositor de ópera en toda Europa, y también compuso música sacra de forma modélica a lo largo de su vida. Compuso la Missa pro defunctis en 1756, durante su estancia en Stuttgart, para el funeral de la duquesa María Augusta, madre del duque reinante Carlos Eugenio, cuyo mandato se considera el punto álgido de la vida cultural en la corte de Württemberg. Celebramos pues, con este concierto, el 250 aniversario de la muerte de Jommelli, el compositor de la luz.
Si tuviera que situar este réquiem de Jommelli, para que cualquier melómano lo comprendiera, entre dos estilos, o dos obras significativas de la historia de la música, sin duda lo haría en entre el Stabat Mater de Pergolesi y el Réquiem de Mozart. Esta obra tiene ecos pergolesianos y modos napolitanos tanto en su factura como en su forma muy napolitanos y a la par también tiene elementos germánicos y usos de la retórica musical, los fugados y el patetismo que recogió el réquiem de Mozart. Este réquiem de Jommelli gozó de una enorme popularidad y tuvo una enorme difusión hasta bien entrado el siglo XIX, si bien fue eclipsado y desbancado por el de Mozart, ya en el primer tercio del siglo XIX.
Según nos cuenta el investigador Raffaelle Mellace "la obra apareció impresa durante la primera década del siglo XIX; fue publicada íntegramente en París por Auguste Leduc, mientras que partes de ella se incluyeron en una antología aparecida en Londres. Pero mucho antes de su publicación, el Réquiem ya circulaba manuscrito por todo el continente; se conocen unas 130 copias manuscritas completas. Stendhal llamó a Jommelli «uno de los genios de la música», y el abate Vogler elogió el Réquiem como «conmovedor, seductor y lleno de sorpresas»". Y es que a diferencia de otros réquiems, Jommelli nos presenta una obra vitalista y positiva, con un uso frecuente de tonalidades mayores e incluso de ritmos ternarios que danzan para mostrar una música que vibra y busca la luz cegadora de la salvación. Desde los primeros compases del hipnótico y tántrico primer movimiento, Requiem aeternam, se nos presenta un réquiem que trae el paraíso a la tierra, se nos muestra el descanso eterno como la paz más absoluta y confortable.
La obra fue tan valorada y admirada que se recuperó para los funerales y honras fúnebres del famoso escultor Antonio Canova, del propio Gluck (bajo la dirección de Salieri) o del rey Luis XV de Francia, entre otros. Se hicieron adaptaciones y nuevas instrumentaciones como las de Nicola Sala en Nápoles, Franz Xaver Richter en Estrasburgo y Antonio Salieri en Viena, que añadió oboes, fagotes y trombones a la obra. En 1804, durante el estreno francés del réquiem de Mozart en París, se sustituyó el introito de Mozart por el ya muy conocido introito del réquiem de Jommelli, que volvió a sonar en 1868 como inauguración de los ritos funerarios de Rossini en la iglesia de SainteTrinité de París.
Jommelli, el compositor de la luz
Niccolò Jommellinacióen la luminosa ciudad de Aversa, en el Reino de Nápoles, y, tras estudiar en la catedral de su ciudad natal, continuósus estudios en Nápoles en el Conservatorio de San Onofrio con Francesco Durante, y después en el Conservatorio de la Pietà dei Turchini (1728) con los maestros Francesco Mancini, Francesco Feo y Leonardo Leo, entre otros.
Charles Burney, al conocerle en Nápoles en 1770, retrató de este modo a Jommelli: "Es muy corpulento, y su rostro me recordaba en todo al de Händel, aunque no sus modos, que son más cuidadosos y afables. Lo encontré en camisola, sentado ante su instrumento y escribiendo algunas notas."
Antes de trabajar en Stuttgart, Niccolò Jommelli ocupó diversos cargos en Italia. Como compositor de ópera apareció por primera vez en Nápoles en 1737 con "L'errore amoroso ", opera bufa en tres actos. Como Maestro de capilla en el Ospedale degli Incurabili de Venecia, interpretó sus propias composiciones sacras para voces femeninas entre 1745 y 1746. Tras estancias para representaciones de ópera en Bolonia, Venecia y Viena, entre otros lugares, se convirtió en maestro de capilla adjunto de la Cappella Giulia de Roma de 1749 a 1753, periodo durante el cual fue responsable del marco musical diario de la misa y el oficio divino en la Basílica de San Pedro de Roma. Al parecer, algunas de sus obras vocales sacras con acompañamiento instrumental estaban destinadas a los oficios festivos de la Iglesia Nacional Alemana de Santa María del Ánima de Roma.
El deseo del duque Carlos Eugenio de llevar a Jommellial sur de Alemania quizá surgiera cuando sus óperas "Ezio" y "Didone abbandonata" se representaron con gran éxito en Stuttgart en 1751. Dos años más tarde, en febrero de 1753, su ópera de encargo "Fetonte" se representó allí con motivo del cumpleaños de Carlos Eugenio, convirtiendo a Jommelli en el responsable de la ópera, exactamente igual que su homólogo Hasse en Dresde. El duque consiguió contratar a Jommelli como sucesor de Ignaz Holzbauer, a pesar de la insistencia de las cortes de Mannheim y Portugal, que también solicitaban los servicios del gran compositor napolitano.
Niccolò Jommelli llegó a Stuttgart a principios de agosto de 1753, y el 30 de agosto ya se representó bajo su dirección una ópera festiva con motivo del cumpleaños de la duquesa. Jommelli pronto contó con uno de los mejores conjuntos musicales de la época. Cada año tenía que componer dos nuevas obras escénicas, que se representaban en Stuttgart y Ludwigsburg y, en algunos casos, también en Tubinga, Grafeneck y en el Palacio Solitude (un palacio rococó diseñado originalmente como un refugium, un lugar de tranquilidad, reflexión y soledad, de ahí su nombre).
Cuando el duque Carlos Alejandro (1664-1737) se convirtió en el primer católico en gobernar Württemberg, desde 1733, tuvo que garantizar la validez exclusiva de la confesión protestante a los estados de Württemberg. A cambio, se le concedió el derecho a mantener una capilla católica privada en la corte a pesar de que no se permitían los servicios religiosos católicos públicos, ni el toque de campanas o las procesiones. Por esta razón, Jommelli compuso sólo tres obras sacras durante su estancia en Stuttgart, aparte de la Missa pro defunctis, un Miserere en Sol menor, un Te Deum en Re Mayor (1763) con motivo del cumpleaños del duque Carlos Eugenio y una Misa en Re Mayor (1766) para la inauguración de la capilla del Palacio Solitude.
Jommelli marcha en marzo de 1769 con la petición de ser liberado de su contrato oficialmente debido a una grave enfermedad de su esposa. En ese momento su actividad en Stuttgart termina. Después llegaron las óperas Armida abbandonata (1770), su cuarta versión del Demofoonte (1770) y de Ezio (1771), la segunda del Achille in Sciro (1771), Ifigenia in Tauride (1771) o su última ópera Il triunfo di Clelia (1774), con texto de Metastasio. Jommelli trabaja para la corte portuguesa desde su ciudad natal, Aversa, hasta su muerte en 1774, de la que hoy conmemoramos los 250 años con este concierto.
La primera interpretación del réquiem de Jommelli: 1756
Una de las pocas oportunidades de componer música sacra surgió a la muerte de la duquesa viuda. Maria Augusta von Württemberg (1706-1756), nacida princesa de Thurn y Taxis, y alumna de C.P.E. Bach, debió de ser una mujer de gran carácter y astucia. Tras la repentina muerte de su marido Carlos Alejandro en 1737, consiguió, contra la resistencia política, la co-tutela de su hijo mayor Carlos Eugenio (1728-1793). En 1750, pocos años después de que Carlos Eugenio tomara posesión de su cargo con tan sólo 16 años, se produjo una fuerte disputa entre María Augusta y su hijo, quien la hizo detener. Aislada y bajo vigilancia militar, pasó los últimos años de su vida en el castillo de Göppingen. María Augusta murió el 1 de febrero de 1756, "inesperadamente de un ataque de apoplejía". Los acontecimientos que tuvieron lugar en los pocos días que transcurrieron hasta el funeral, el 9 de febrero, han sido documentados con detalle. Ya un día después de la muerte, se proclamó un periodo de luto nacional de seis semanas. Carlos Eugenio encargó la composición del Réquiem, lo que dio a Jommelli muy poco tiempo para concluirlo.
El cortejo fúnebre ducal comenzó a primera hora de la mañana del día del entierro, el 9 de febrero, con una enorme participación de la población. El coche fúnebre, tirado por caballos, recorrió los cincuenta kilómetros entre Göppingen y Esslingen. Las campanas no dejaban de repicar a su paso, y el cortejo fúnebre llegó a la capilla de Ludwigsburg a las seis de la tarde, que estaba envuelta con telas negras e iluminada únicamente por antorchas y velas.
"A continuación se celebró el Officium defunctorum, seguido de una música de duelo, y tras la oración y la bendición, el féretro ducal fue bajado a la cripta. A continuación, el cortejo fúnebre ducal regresó al antiguo corps de logis (edificio principal) siguiendo el orden establecido".
Fue un entierro silencioso en la parte católica de la cripta ducal, bajo la capilla. El 13 de febrero se celebró un sermón fúnebre en la Iglesia de Ludwigsburg. El proceso de composición fue, dadas las circunstancias, muy apresurado. Un manuscrito contemporáneo conservado en la biblioteca del Conservatorio de Nápoles afirma verosímilmente que el réquiem se compuso "en tres días".
El conjunto para la representación estaba formado por un grupo muy selecto de intérpretes: ocho cantantes y diez instrumentistas de la corte dirigidos, muy probablemente desde el órgano Stözel, por el propio compositor: Niccolò Jommelli. La soprano, Marianne Pirker, fue la única mujer entre los músicos, que procedían de Italia, el sur de Alemania y Austria; Así pues, las voces solistas corrieron a cargo de la soprano, la señora Pirker, junto a tres castrati, además de las voces masculinas del coro y los instrumentistas.
El réquiem de Jommelli: un referente de la música sacra
Este réquiem que hoy presentamos consta de dos bloques compositivos. El primero es la Misa de difuntos (Missa pro defunctis ), que termina con la absolución. El segundo es el responsorio "Libera me ", que forma parte del rito funerario. Como es típico en los réquiems napolitanos, los movimientos de las secciones litúrgicas están unidos muy habitualmente con transiciones que los unen (con attacca ) como ocurre por ejemplo entre el Agnus Dei y el Communio.
Me gustaría resaltar que este concierto rescata el Réquiem de Jommelli como obra integral, concebida en dos bloques principales, pero el concierto no pretende ser una reconstrucción del oficio de difuntos de 1756. Por esa razón no interpretaremos los versos en canto gregoriano para completar el texto completo a excepción del "Tedecethymnus" que se escucha aquí como un recitado monofónico que utiliza la fórmula del tono del salmo, interpretado por todos los tenores y bajos ("Tutti Tenori e Bassi " como indica alguna de las versiones posteriores del Réquiem), acompañados por un órgano que improvisa, práctica litúrgica habitual del siglo XVIII, sin perder el polo central de Mi bemol Mayor. Conocemos ejemplos similares escritos en aquel ámbito germánico, como el Réquiem en Re Mayor (1733) de Jan Dismas Zelenka y en el Réquiem en Mi bemol Mayor (1763/64) de Johann Adolf Hasse. Según la editora Julia Rosemeyer, una interpretación de la Missa pro defunctis sin el verso "Te decethymnus" en Ludwigsburg en 1756 debe considerarse improbable. Por esa razón nosotros no sólo la interpretaremos sino que, como se indica en algunas de las versiones, volvemos a repetir el movimiento "Requiemaeternam" para cerrar simétricamente el "introitus".
En el "Dum veneris" final, nº31, Jommelli diseña una coda final donde va desintegrando los elementos compositivos del movimiento hasta desvanecerse en la nada. Es un modo exquisito del uso de la retórica musical, como alegoría del despojarse del cuerpo, y a la vez un símbolo de ir poco a poco convirtiendo lo sonoro en silencioso. La carne y el cuerpo, como el sonido, se disuelve en el silencio. El silencio de la muerte.
La música de Jommelli continúa en su desarrollo de modelos orquestales donde existe el desdoblamiento en dos voces de las violas, y dónde se produce un minucioso y programado uso de crescendi. El lenguaje instrumental era novedoso para 1756. Así, según Saverio Mattei (1742-1795), amigo de Jommelli, los instrumentistas encontraban nuevas e inusuales, y por tanto difíciles, las partituras de Jommelli: "Sus pensamientos son nuevos, su instrumentación es detallada, las entradas inesperadas, de modo que nadie puede anticipar lo que vendrá después. Esto es lo que injustamente se llama dificultad cuando debería llamarse inusual y nuevo."
Para Raffaelle Mellace "el Réquiem de Jommelli encarna un ideal específico de música sacra: un lenguaje moderno que alía el carácter vocal por excelencia del contrapunto estricto con un estilo orquestal refinado, prescindiendo de los instrumentos de viento de acuerdo con la encíclica Annusquihunc (1749) del Papa Benedicto XIV, y manteniendo una distancia significativa con el estilo de la ópera.". Añadiría también que este réquiem supuso una verdadera obra de propaganda católica en la perfección de su construcción, pero también en el tremendo efecto de impacto que logró durante sus primeros 60 años en las audiencias europeas.
La rápida y enorme difusión del réquiem de Jommelli
Tras la representación en Ludwigsburg, la Missa pro defunctis se difundió rápidamente por toda Europa. Fue una de las misas de difuntos más interpretadas en la segunda mitad del siglo XVIII, hasta que fue relegada a un segundo plano por el Réquiem de Mozart. Además de la paráfrasis del Salmo 50 "Pietà Signore" (1774), fue probablemente la composición más famosa de Jommelli. Aunque sabemos que Jommelli compuso un segundo réquiem en honor a su esposa fallecida, éste no ha llegado hasta nosotros, o al menos no se ha localizado aún.
A lo largo del siglo XIX, la Missa pro defunctis se interpretó cada vez más fuera de las iglesias, o se tocaron movimientos individuales. Con motivo de un concierto del coro de la catedral de Berlín en 1872, se supo que el "Requiem aeternam" de la Missa pro defunctis ya había sido en el pasado "siempre una pieza de lucimiento del coro de la catedral real".
En 1784, Johann Adam Hiller comentó en sus Lebensbeschreibungen berühmter Musikgelehrten und Tonkünstler neuerer Zeit: "Además, de él [Jommelli] se conoce un réquiem o misa de difuntos que en todos los aspectos puede considerarse una obra maestra. El canto más noble y conmovedor, lleno de expresión y dignidad, no oprimido por ningún ruido de los instrumentos, ni oscurecido por ninguna modulación violenta y demasiado atrevida, son las características de esta música exquisita ".
Christian Friedrich Daniel Schubart, que consideraba el Réquiem "una de las principales obras maestras de su género", lo tradujo al alemán en 1793 "para que los protestantes también pudieran disfrutar de esta obra maravillosa". La Missa pro defunctis fue publicada por primera vez hacia 1810 por Leduc en París.
Así pues, tras 268 años desde la primera interpretación del réquiem de Jommelli, nos espera la oportunidad de deleitarnos con una partitura que refleja el prodigio de una identidad musical inconfundible, la de Niccolò Jommelli, moldeada en gran medida por la abundante experiencia de su creador, por su espíritu vitalista y por la confortable luz de su mirada napolitana.
Ulises Illán
CORO DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Reconocido como uno de los mejores y más dinámicos coros españoles, el Coro de la Comunidad de Madrid se ha distinguido desde su creación en 1984, por iniciativa de la entonces Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid, por la versatilidad de sus actividades, que abarcan tanto conciertos a cappella y con orquesta, como una participación constante en la escena lírica y en los estudios de grabación. El prestigio creciente de la formación ha impulsado su presencia en los más importantes escenarios españoles y en muchos otros extranjeros donde la crítica ha destacado siempre la "cuidada calidad de sus voces y el calibrado empaste del conjunto". Alemania, Bélgica, Francia, Polonia, China, Japón, Marruecos, México y Yugoslavia han sido algunos de los países testigos de sus actuaciones.
La impronta del Coro de la Comunidad de Madrid fue establecida desde sus comienzos por su primer director, Miguel Groba, que consolidó el conjunto y estableció ya la solidez de su prestigio. Desde el año 2000 hasta 2011 Jordi Casas Bayer continuó dicha labor y amplió el repertorio, que hoy se extiende desde la polifonía y el Renacimiento hasta nuestros días. En su haber destaca el estreno absoluto de numerosas obras de compositores como Román Alís, Alfredo Aracil, Antón García Abril, Cristóbal Halffter, Carmelo Bernaola, Tomás Marco, Ángel Oliver, Claudio Prieto, José Luis Turina o Luis de Pablo. En 2012 el maestro portugués Pedro Teixeira tomó el relevo hasta el año 2017 y, desde septiembre de 2022, Josep Vila i Casañas es su director artístico.
En el ámbito del repertorio sinfónico coral ha colaborado, además de con la Orquesta de la Comunidad de Madrid, con orquestas como la Sinfónica de Madrid, la de Radio Televisión Española, la Nacional de España, la Sinfónica de Galicia, la Ciudad de Granada, la de Córdoba, la de Brasil, la Joven de la República Federal de Alemania, la Orquesta Nacional Rusa, la Bach Akademie, así como la Mahler Chamber Orchestra y el Coro Arnold Schoenberg.
En el apartado escénico destacan sus colaboraciones en el Teatro Real, donde ha participado en coproducciones como Fidelio, bajo la dirección de Claudio Abbado. Es de destacar su presencia en los Teatros del Canal (Viva Madrid ) y en el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial (Carmen, Tosca, El barbero de Sevilla, La flauta mágica).
NEREYDAS, orquesta barroca
Nereydas es unaformación fundada y dirigida por Ulises Illán en 2010, para investigar, recuperar, interpretar y difundir el patrimonio musical de diferentes periodos estilísticos, desde el Renacimiento y el Barroco hasta programas sinfónico-corales del Clasicismo.
Es una agrupación abierta y flexible con capacidad de adoptar la combinación idónea para desarrollar cada proyecto. Sus señas de identidad son el rigor de las interpretaciones con criterios historicistas, que se basan en el estudio de las fuentes y el trabajo musicológico sobre cada partitura, para ofrecer la esencia y el estilo propios de cada periodo y obra. Nereydas utiliza instrumentos originales de época o copias fidedignas de los mismos. Su objetivo principal es rescatar el patrimonio musical y su característica específica es el afán divulgador para favorecer el acercamiento de la música a públicos diferentes.
Nereydas ha participado en programaciones de prestigio entre las que se pueden señalar las de Patrimonio Nacional, CNDM, Festival de Música Antigua de Versalles (Francia), Semana de Música Religiosa de Cuenca, Fundación Juan March, FIAS de Madrid, Festival Internacional de Granada, Festival El Greco en Toledo, Festival «Manuel de Falla» de Cádiz, Primavera Barroca de Oviedo, Músicas Históricas de León, Salamanca Barroca o Semanas de la Música Antigua de Álava y Logroño.
Colabora habitualmente con solistas del prestigio de Núria Rial, Filippo Mineccia, Zachary Wilder, Lucía Caihuela o Jone Martínez. Especial es su larga y comprometida colaboración con María Espada en la recuperación, interpretación y grabación de repertorios de música del Barroco.
Ha publicado cuatro discos: Angélico Greco. El cielo se llenó de música, CMY Baroque (2014); The Jommelli Album, Pan Classics (2016); Siface: L'amor castrato, Glossa (2018); y The Royal Chapel of Madrid. Sacred Music afterthe Great Fire of 1734, Pan Classics (2021). Próximamente verán la luz sus nuevos trabajos publicados en Deutsche Harmonia Mundi: La ópera "La Nitteti, princesa de Egipto" de Nicola Conforto y "El Libro Secreto de la Reina" junto a Nuria Rial.
Sus interpretaciones han sido registradas y emitidas por diferentes medios de radio y Televisión, en especial por RNE Radio Clásica y Televisión Española.
Nereydas está inmersa en un importante proyecto científico, musicológico y de investigación para recuperar música de los archivos de Patrimonio Nacional y de las catedrales de España. Por esta labor está considerada como referencia en la recuperación, valoración y divulgación del patrimonio musical y es reconocida su especialización en la interpretación de repertorios históricos, especialmente del siglo XVIII.
Nereydas ha recibido diversos premios y distinciones como el Premio Teatro de Rojas de Toledo como "Mejor espectáculo de compañías de Castilla-La Mancha" por "Concierto Barroco". La Asociación GEMA ha premiado su investigación para el disco "The Royal Chapel of Madrid" así como la Universidad Complutense que concedió un accésit en el Premio de Transferencia de Tecnología y Conocimiento al mismo proyecto, realizado con ICCMU. Es miembro de la Asociación de Grupos Españoles de Música Antigua (GEMA).
ULISES ILLÁN, director
Ulises Illán (Toledo, 1981) es director de orquesta que aborda repertorios desde el Barroco a la música contemporánea en los géneros sinfónico y lírico. Máster en Dirección de Orquesta y Ópera (Hochschule Luzern Musik). Formado en España, Austria, Francia y Suiza con Howard Arman, Ton Koopman, Philippe Herreweghe, George Pehlivanian, Jörg Bierhance, Salvador Mas, Jorma Panula, Manfred Huss (música historicista) y Julius Kalmar (ópera). Ha recibido orientaciones de Pierre Boulez y Bernard Haitink. Titulado en Grado Superior de Violín (Centro Superior de Música del País Vasco), Licenciado en Historia y Ciencias de la Música (Universidad de La Rioja) y Experto en interpretación y análisis (Universidad de Oviedo). También ha recibido una intensa formación en dirección de coro.
En su carrera ha dirigido, entre otras formaciones: Orquesta Sinfónica de RTVE, Haydn Sinfonietta Wien (Austria), Festival Strings Lucerne (Suiza), Coro del Teatro Real de Madrid, Orquesta Sinfónica Académica Estatal de Rusia, Coro de Cámara Académico Estatal de Moscú, Orquesta de Cámara Nacional de Armenia, Coro de Cámara del Estado de Ereván (Armenia), Orquesta de Cámara de España, JONDE y Orquesta Lírica Europea entre otras. Mantiene una estrecha vinculación con el Burgos Baroque Ensemble, con quien ha trabajado intensamente para recuperar las músicas de la Catedral de Burgos. También sostiene una vinculación artística con La Fura dels Baus, ejerciendo la dirección musical en algunos proyectos.
En 2010 funda Nereydas, orquesta y coro, para rescatar, interpretar y grabar música antigua en España y Europa. Colabora con: CNDM, FIAS de Madrid, Festival de Versalles, Patrimonio Nacional,Fundación Juan March o Museo Nacional de El Prado y todo tipo de programaciones y festivales en España y el extranjero. Con esta formación ha realizado grabaciones en Glossa, PanClassics y CMY Baroque: Angélico Greco. El cielo se llenó de música, The Jommelli Album, Siface: l 'amor castrato y The Royal Chapel of Madrid. Sacred Music after the Great Fire of 1734.
Director titular de Accademia Barocca Lucernensis, coro y orquesta, con la que afronta el repertorio barroco centroeuropeo (Bach, Hasse, Zelenka, Buxtehude) con actuaciones en Suiza y Alemania. Con ella graba el CD Sacred Music for Dresden Cathedral, obra con dos nominaciones en los premios europeos Opus Klassik 2019, incluida la de mejor dirección musical.
Sus interpretaciones han sido registradas y emitidas por diferentes emisoras de radio y televisión europeas: BBC, NDR, Rai, RNE, Radio France, SRF, RTVE.
Es investigador, editor crítico de música de ópera y musicólogo especialista en partituras del siglo XVIII. Ha formado parte del equipo del proyecto europeo DIDONE, liderado por Álvaro Torrente, en el ICCMU de la Universidad Complutense de Madrid.
Ha ejercido como profesor de violín y dirección de orquesta en diversos conservatorios e instituciones y desempeñado la dirección pedagógica y artística del área instrumental y orquestal del Aula Social del Teatro Real de Madrid.
Sus últimas grabaciones en CD serán publicadas en 2024 por el prestigioso sello discográfico Deutsche Harmonia Mundi (Sony): la ópera Nitteti, princesa de Egipto, de Conforto y Metastasio, y El libro secreto de la reina Bárbara de Braganza, junto a la soprano Nuria Rial, proyecto beneficiario de la Beca Leonardo de la Fundación BBVA.
Galardonado con el Premio GEMA 2021 a mejor director y nominado como mejor director sinfónico en los premios Opus Klassik 2019 de Berlín. Es miembro de la Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla-La Mancha. Colaborador en Radio Clásica de RNE y en otros medios de comunicación con el objeto de acercar la música a las personas para que la entiendan y la valoren.
JOSEP VILA | CASAÑAS, maestro de coro
Josep Vila i Casañas (Sabadell, 1966) es uno de los directores de coro más reconocidos del panorama musical español. Desde septiembre de 2022 ocupa el cargo de director titular del Coro de la Comunidad de Madrid, formación en la que ejerció con anterioridad el puesto de director asociado.
Su especialidad es el repertorio a cappella , así como la literatura sinfónico-coral de todas las épocas. Desde 2005 es profesor de Dirección de Coro en la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC) e imparte clases magistrales en diversos países.
En paralelo colabora como director invitado con formaciones como el Coro de la Radio del Centro de Alemania (MDR), el Coro de la Radio Sueca, el Coro de Radio France, el Coro Filarmónico de Eslovenia y el Coro Estatal de Turquía. En dos ocasiones ha dirigido el Coro Mundial de Jóvenes (2010 y 2019).
Ha sido director titular del OrfeóCatalà (1998-2016), del Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana (2011-2016), del Cor Lieder Càmera (1990-2006 y 2017-2022) y del Coro de Radiotelevisión Española (2007- 2010). Ha realizado grabaciones discográficas para los sellos Columna Música, La Mà de Guido, ArsHarmonica, Solfa Recordings, Anacrusi, TVC Disc y RTVE.
Su faceta de director preparador le ha permitido trabajar al lado de algunas de las mejores batutas del mundo entre las que destacan Daniel Barenboim, Daniele Gatti, Simon Rattle, Gustavo Dudamel, Marc Minkowski, Jean-ChristopheSpinosi, René Jacobs, Lorin Maazel, Helmuth Rilling, Franz Brüggen, Victor Pablo Pérez, Jesús López Cobos y Salvador Mas.
Como compositor, se dedica principalmente a la música vocal-instrumental y es autor de un amplio catálogo de obras para coros infantiles y juveniles, para coro mixto a cappella y para coro y orquesta. Entre sus obras más interpretadas en todo el mundo destacan Sanctus-Benedictus (1992) y Salve Regina (2001). Otras obras más recientes son Te Deum (2010), Missa Sanctus Benedictus (2015), Lau Haizetara ("A los cuatro vientos") (2018) y la Missa Sagrada Familia (2019).