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Anuario Social España 2001


La Fundación "la Caixa" ha presentado la segunda edición del Anuario Social de España, correspondiente a 2001, cuyo objetivo es contribuir al análisis y divulgar una serie de indicadores sociales referidos al ámbito municipal, provincial y autonómico. La información se estructura en dos grandes divisiones. En la primera se presentan algunos indicadores, esencialmente de corte demográfico, para los 3153 municipios españoles de más de 1000 habitantes. Por su parte, la segunda presenta un compendio más amplio de variables sociales a nivel provincial y autonómico. A continuación destacamos algunas de las conclusiones que se obtienen.

La edad media poblacional española refleja el progresivo envejecimiento que está sufriendo la población como consecuencia de la muy importante caída de la natalidad, la existencia de unas bajas tasas de mortalidad y una muy elevada esperanza de vida. En concreto, en el conjunto español se sitúa casi ya en los 39,2 años (0,4 años más que el dato registrado en la anterior edición del Anuario Social), siendo significativamente más alta en las mujeres (40,5 años) que en los hombres (37,8 años), es decir una diferencia de 2,7 años. La edad media poblacional es muy sensible al impacto cruzado de dos de las variables demográficas más básicas que, en muchos casos, acaban equilibrando la distribución media: natalidad y migraciones; produciéndose el peor escenario en comunidades con tasas de natalidad por debajo de la media española e importantes procesos de emigración.

La Comunidad de Madrid es uno de los casos en donde la baja natalidad queda compensada en buena parte por las fuertes inmigraciones que ha sufrido desde 1950; la edad media se sitúa en 38,6 años, por debajo de la del conjunto español. Además, tres municipios madrileños tienen las edades medias poblacionales más bajas de España: Humanes de Madrid (29,7), Meco (29,8) y Rivas-Vaciamadrid (30). Asimismo trece de los treinta de menor edad media son también madrileños; en concreto, además de los citados: Humanes de Madrid, Rivas-Vaciamadrid, Meco, Fuenlabrada, Torrejón de la Calzada, Velilla de San Antonio, Tres cantos, Villanueva de la Cañada, Mejorada del Campo, Daganzo de Arriba, Villanueva del Pardillo y San Agustín de Guadalix. En el otro extremo, no aparecen municipios madrileños entre los de mayor edad de España; La media mayor se da en Cenicientos, Bustarviejo y El Vellón, entre 42,4 y 44,1 años, cifras moderadas y muy inferiores a la de los municipios españoles más envejecidos que superan los 55 años.

Muy emparentados con este indicador, se presentan los índices de infancia, juventud y vejez.

Índice de infancia. De cada 100 personas en España, en torno a 15 (en concreto 14,8) de ellas están comprendidas entre 0 y 14 años. Su distribución geográfica registra idéntica pauta a la de la tasa de natalidad, lo cual indica que la actual desigual distribución geográfica de la natalidad no es un fenómeno coyuntural sino, más bien, estructural. En efecto, todas las comunidades autónomas situadas al sur de Madrid presentan índices de infancia por encima de la media nacional. Por el contrario, las comunidades al norte de Madrid presentan todas ellas unas ratios por debajo de la media nacional.

La Comunidad de Madrid con el 14,2% está por debajo de la media. Los municipios con más altas tasas de infancia son, por este orden: Meco, Rivas-Vaciamadrid, Tres Cantos y Cobeña.

Índice de juventud. Prácticamente una de cada cuatro personas en España tienen una edad comprendida entre los 15 y 29 años; en concreto, un 23,5%. Si también se tiene en cuenta el anterior índice de infancia resulta que de cada 100 personas en España, 38 tienen menos de 30 años. A pesar de la idéntica magnitud de la dos cohortes manejadas (de 0 a 14 años y de 15 a 29 años) se aprecia la desigual y menor proporción de los niños frente a los jóvenes, puesto que estos últimos superan en casi nuevo puntos a los primeros. Este hecho permite constatar el importante descenso de la natalidad en España en las dos últimas décadas. La distribución geográfica de este índice de juventud refleja, en parte, las distintas pautas de natalidad en relación a la división norte-sur. Así, Canarias (26,5%), Murcia (25,3%) y Andalucía (25,2%) registran las tasas más altas con respecto a la media nacional, y Aragón (20,8%) la más baja; límite inferior superado a nivel provincial por Teruel (17,7%) y Soria (18,3%).

La Comunidad de Madrid se sitúa algo por encima de la media (24,3%), destacando los niveles de juventud de los grandes municipios del sur: Alcorcón, Parla, Getafe y Leganés, todos ellos sobrepasando el 30% de jóvenes.

Índice de vejez El gran peso demográfico de las personas mayores se percibe de manera más nítida al tener en cuenta que de cada 100 españoles casi 17 (16,8) tienen 65 o más años. Las comunidades que presentan los índices más altos son Castilla y León (21,9%), Aragón (21,4%), Asturias (21,1%), Galicia (19,9%), y Castilla-La Mancha (19,8%). Por el contrario, las tasas más bajas se dan en Canarias (11,6%), Andalucía (14,2%) y Murcia (14,4%).

El índice es bastante bajo en Madrid (14,7%) sobre todo en los municipios como Rivas-Vaciamadrid (el de más baja tasa de vejez de España con el 3%) y Fuenlabrada, Tres Cantos, Arroyomolinos, Torrejón de la Calzada, todos por debajo del 5%.

Para finalizar el bloque de los indicadores demográficos de juventud y envejecimiento, conviene citar las tasas más clásicas de natalidad y mortalidad. España presenta una bajísima tasa de natalidad. Siendo la media nacional de 9,1 nacimientos por cada 1.000 habitantes. Con respecto a la anterior edición del Anuario Social se observa incluso un descenso de una décima. Las comunidades situadas al sur de Madrid, más la comunidad balear, presentan tasas por encima de la media nacional. La región de Madrid presenta una tasa baja pero algo superior a la media (9,5 por mil), destacando la natalidad de municipios como Daganzo de Arriba o Cobeña por encima de 19 por mil.

Al igual que la tasa de natalidad, también la tasa de mortalidad en España se encuentra en niveles bajos. En concreto, en 8,9 defunciones por 1.000 habitantes. No obstante, en los últimos años esta tasa ha experimentado un ligero crecimiento, como consecuencia del progresivo envejecimiento de la población. Así, respecto a la anterior edición del Anuario Social, la tasa de mortalidad ha crecido en 2 décimas. Las tasas más altas de mortalidad se dan en Asturias (11,3‰), Aragón (11,0‰), Castilla y León (10,4 ‰), Galicia (10,3 ‰), Castilla-La Mancha y Extremadura (ambas con 9,9‰), comunidades éstas con una mayor edad poblacional. Por el contrario, la mortalidad más baja se da en Canarias (7,0‰) y Madrid (7,3‰).

A pesar de la buena situación madrileña a este respecto, es necesario citar que en la región aparecen municipios con mortalidad muy por encima de la media como Villamanta, Morata de Tajuña o Pelayos de la Presa, más de 20,6 fallecidos por mil habitantes, si bien Rivas-Vaciamadrid y Nuevo Baztán se encuentran entre los municipios de menor mortalidad de España, con menos de 2 por mil.

Un segundo bloque de indicadores está relacionado con los fenómenos de migraciones y lugar de nacimiento.

Los datos de 1999 indican que la mitad de los españoles han nacido en el mismo municipio que residen. Las comunidades que presentan una mayor proporción de nacidos en el propio municipio de residencia, siempre con respecto a la media nacional, son Murcia (72,0%), Galicia (65,0%), Extremadura (60,4%) y Andalucía (60,2%). Por el contrario, las comunidades con un menor nivel de residentes oriundos del propio municipio son Madrid (35,8%), Cataluña (38,6%) y País Vasco (41,0%). Es decir, esta variable nos ofrece una radiografía muy aproximada de las comunidades que históricamente han generado la corriente principal de la emigración (las que tienen las tasas más altas) y de las que han recibido el flujo inmigratorio (las que tienen las tasas más bajas). Si a los nacidos en el propio municipio sumamos también los nacidos en otros municipios de la propia comunidad autónoma, nos encontramos con un alto índice de autoctonía. En concreto, casi cuatro de cada cinco españoles (79%) han nacido en la comunidad en la que residen, destacando especialmente las comunidades de Andalucía, Galicia y Extremadura con un índice de autoctonía por encima del 90 por ciento en los tres casos. Por el contrario, las comunidades que más proporción de aloctonía (nacidos fuera de su comunidad) registran son, en consonancia con las que presentaban un menor número de nacidos en el municipio de residencia, Madrid donde un 39,9% han nacido en otra comunidad española o en el extranjero, seguida de Illes Balears (34,2%), Cataluña (31,1%) y País Vasco (27,2%). La media nacional de aloctonía se encuentra en el 20,9%. Las comunidades de Illes Balears (7,4%), Canarias (5,9%), más la Comunidad Valenciana (4,3%) y Madrid (4,2%), presentan los porcentajes mayores de personas nacidas en el extranjero residiendo en sus municipios, siempre con respecto a la media nacional (3,1%).

El 35,7% de los madrileños nacieron en otras regiones de España, destacando en este aspecto grandes municipios industriales como Alcalá de Henares, Getafe, Leganés y Alcorcón, donde más del 40% de la población procede del resto de España. En porcentaje de extranjeros también destaca la autonomía madrileña con el 4.2%, sobresaliendo municipios del oeste y norte como Villanueva de la Cañada, Navalagamella, San Agustín de Guadalix, Becerril de la Sierra, Nuevo Baztán y Majadahonda con más del 8% de residentes nacidos fuera de España.

Durante 1.999, 24,8 de cada 1.000 españoles han cambiado de residencia, con origen y destino siempre dentro del país. A ello hay que añadir 127.365 personas que han llegado a España procedentes del extranjero, lo cual representa un crecimiento del 56,8% con respecto a 1.998. Este crecimiento explica que la tasa de migración (saldo migratorio por 1.000 habitantes) del conjunto nacional se haya incrementado, con respecto al año 1.998, en 1 punto y se sitúe actualmente en el 3,17 ‰. Las tasas más altas se registran en las comunidades de Illes Balears (18,18‰) y Canarias (12,51‰), seguidas de La Rioja (8,13‰), Comunidad Valenciana (7,72‰) y Murcia (5,02‰). Por el contrario, Castilla y León registra una tasa de migración negativa (-1,37‰), mientras que Aragón, Asturias, Extremadura y País Vasco se sitúan todas ellas entorno al 0‰, y Andalucía y Galicia apenas pasan de una ratio del 1‰

En Madrid se ha calculado una tasa de migración del 4,13 por mil, llamando la atención municipios como Villalbilla, Velilla de San Antonio, Nuevo Baztán, Alpedrete, Sevilla la Nueva, Ajalvir y Moralzarzal con tasas superiores al 100 por mil.

Un tercer tema del que existe información detallada para municipios de más de mil habitantes es el desempleo, medido por la denominada tasa de paro registrada. El porcentaje de población de 15 y más años que estaba registrada en el paro (INEM) a 30 de junio de 2001, y para el conjunto de España, es de 4,3%. Las comunidades autónomas que más se desvían de esta media son las siguientes: Canarias (6,7%), Extremadura (5,7%), Andalucía (5,6%), que presentan tasas bastante superiores a la media, e Illes Balears (2,2%), y Cataluña, Aragón y La Rioja (todas ellas con una tasa del 3,0%), que son las comunidades autónomas con menor tasa de paro registrado.

Madrid se encuentra por debajo de la media nacional con el 3,8%, tasa que llega a ser inferior al 2,5% en municipios como Rascafría, Tielmes, Estremera, Navalagamella, Pozuelo de Alarcón y Villanueva de la Cañada.

La segunda parte de este estudio se dedica a otro conjunto de indicadores sociales disponibles solamente para el nivel provincial. De ellos destacamos algunos relacionados con los anteriores.

Como se ha constatado repetidamente, España es uno de los países con una más alta esperanza de vida, especialmente en el caso de las mujeres. En concreto, las mujeres presentan en el momento de su nacimiento una esperanza de vida de 82,1 años, es decir, siete años más que la de los hombres cuya esperanza de vida se sitúa en 75,2. Las comunidades autónomas de Castilla - La Mancha, Castilla y León, Madrid, Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña son las que presentan una esperanza de vida algo mayor que la media de España para ambos géneros. Por el contrario la esperanza de vida es significativamente menor, también para los dos sexos, en el caso de Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia, Extremadura, Canarias e Illes Balears.

En las últimas décadas, los españoles han retrasado de manera muy notable su edad al matrimonio. Algo que, en buena medida, tiene que ver con los ciclos económicos pero también con los nuevos valores culturales y sociales que asumen los jóvenes. En concreto, los españoles llegan al matrimonio a los 30 años, mientras las españolas lo hacen a los 28. Edad muy tardía que contribuye a explicar la importante caída de la tasa de natalidad y de fecundidad que veíamos en el capítulo municipal. No se registran diferencias significativas en función de la distribución territorial de la población.

Por último señalaremos que en este informe se elabora un indicador sintético sobre el nivel medio de bienestar social de las provincias españolas, a partir de 79 indicadores parciales agrupados en torno a 12 áreas sociales. El índice se presenta escalonado en diez niveles, en función de su comparación con la media nacional (nivel 5). La provincia española con mayor nivel de bienestar social, Girona, con nivel 10 (superior al 40% de la media española), destaca por sus excelentes cualidades en renta, nivel de instrucción, educación, cultura y ocio, empleo, y seguridad ciudadana y medioambiental. Solo en el índice de salud registra un nivel 4, inferior a la media nacional, debido a las mayores tasas de suicidios y víctimas de accidentes de tráfico (graves y mortales) que suelen producirse en esta provincia. A continuación en el ranking del bienestar social, se encuentran las provincias de Illes Balears, Barcelona, Madrid y Navarra, las cuatro con nivel 9 (con un 25 a 40% de bienestar social sobre la media nacional) y, con nivel 8 (20 a 25% sobre la media), Álava, Cantabria, Castellón y Valladolid. Las últimas provincias en bienestar social son las interiores, Cuenca, Lugo y Zamora, con nivel 1 (menos del 25% inferior a la media), seguidas de Córdoba, Huelva y Ourense, con nivel 2 (20 a 25% inferior a la media).

Esta información se puede ampliar en:

 



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