Sobre el espectáculo

El control en la expresión de las emociones es una de las primeras lecciones que el niño debe aprender. El hombre debe reprimir el llanto, no puede dar excesivas muestras de cariño en público, tiene que ser dominante y en ocasiones, incluso despectivo. En definitiva, ha de ser fuerte para no parecerse al otro, al que se supone frágil y que es objeto de burla y menosprecio.

Cuando no somos observados y nos sentimos cómodos asoma nuestra vulnerabilidad, nos descubrimos ante la persona en la que confiamos y nos liberamos de nuestros pudores, tanto afectivos como corporales.

¿Cómo definir lo que es un hombre? Este proyecto nace con el objetivo de desactivar de alguna forma las diferentes máscaras que ha venido acarreando la figura del varón a lo largo de la historia y que a día de hoy siguen estando presentes en nuestra sociedad.

La gran mayoría de veces el hombre aparece como un sujeto opaco, una figura relativamente blindada, cubierta o encubierta en la máscara de tener que ser un hombre por encima de todo. Se han construido espacios masculinos y femeninos, pero lo verdaderamente peligroso es decir; "Así es como son los hombres". Puedes reconocer tu género en ese espacio, pero lo verdaderamente importante de esta cuestión es cómo estar bien, el hombre viene más tarde y aun así puede ser parte de tu identidad.

Llegando a la hartura surge una masculinidad alternativa donde cada uno puede vivir su identidad sin límites. Por eso nuestras ganas de crear un espectáculo que, dentro de un mundo onírico, evocara libertad sin tapujos. Donde el espectador no es un mero voyeur, sino cómplice de este íntimo viaje que los cuerpos retratados recorren hacia la aceptación de uno mismo, a pesar de que lo común en nuestra sociedad es el cambio para formar parte de un grupo.

Este trabajo pretende anular cualquier pretensión de control o establecimiento de jerarquías en función de condición social o apariencia, mostrándonos lo que no nos gusta ver o mirar; planteando los cánones a seguir, hablando de la costumbre y de todo lo establecido. Es una obra que no va dirigida únicamente a algunos, no es solo un trabajo para alzar la voz de otros, es una invitación a todos, sin importar cuál sea nuestro género y orientación sexual. A asumir nuestra identidad sin miedos y dejar a nuestro lado "masculino" y "femenino" convivir libremente.

Sobre la compañía

Compañía creada y dirigida por Martxel Rodriguez y Jon López con sede en el pueblo navarro de Lesaka. Paralelamente a su actividad como intérpretes en compañías como La Veronal o Kukai Dantza, inician en 2016 su etapa como creadores co-dirigiendo el colectivo de artistas formados en diferentes disciplinas de la danza e influenciados por el arte contemporáneo.

Desde el estreno en 2016 de su primera pieza Moira, co-producida y estrenada en el Festival 10 Sentidos de Valencia, han conseguido residencias como Sortutakoak 10 en Gipuzkoako Dantzagunea, Residentes 2019 del Centro de Danza Canal en Madrid, en la sede de la Compañía Nacional de Danza o el Festival DNA Creación 2019, entre otros.

Además de producciones propias, empiezan a realizar diferentes trabajos y laboratorios de creación en compañías como Valencia Dancing Forward, LAB 180º y Dantzaz Konpainia. Como colectivo multidisciplinar colaboran con artistas visuales/plásticos, documentalistas o musicales como Lukas Ulmi, Nestor Lizalde, Irantzu Pastor, Paula Olaz, Javier Chozas o Bertha Bermudez en diferentes proyectos.

Continúan investigando sobre nuevas formas de movimiento para crear una metodología propia, donde el cuerpo tiene como fundamento filosófico convertirse en un acontecimiento del movimiento y la vitalidad. Sus proyectos pretenden generar atmósferas transformadoras donde la forma se expone de diversas maneras, convirtiéndose en un poliedro de múltiples caras que utilizan el movimiento y la imagen como arma primordial y embaucadora.