Danza contemporánea
Inspirada en la Siberia extremeña, tierra de procedencia de la coreógrafa Paloma Muñoz, La Quijá (alusió a la quijada o mandíbula, en este caso referida a animales) parte de la imagen de un paisaje devastado, áspero y seco, a la vez que de la necesidad de volver a los orígenes y al cuerpo como motor de la creación, con la intención de buscar la poesía en los cuerpos en movimiento. Se trata de una travesía hacia el interior, hacia la sustancia misma que reside en los huesos y, así, bailar desde la médula. De volver al cuerpo no solo como individuo, sino como colectivo, en la búsqueda de un encuentro personal y compartido.
Paloma Muñoz, coreógrafa y bailarina, ha trabajado con compañías como IT Dansa, Metros, Ramón Oller, Thomas Noone Dance y Norrdans. Tiene su propia compañía, Siberia, donde desarrolla un lenguaje propio y singular basado en la fisicalidad, la forma, la ironía, el sudor, el sonido, el color y la percepción. Es artista residente del Mercat de les Flors desde 2024 hasta 2026 y coreógrafa invitada en compañías internacionales de países como Alemania, Suiza e Italia. También realiza proyectos audiovisuales que van desde la videodanza hasta la dirección coreográfica de películas.