Danza contemporánea
Estreno en España
El coreógrafo Angelin Preljocaj construye en Requiem(s) una serie de rituales imaginarios, que envuelven la riqueza de emociones que afecta a una persona cuando pierde a un ser querido. Desde el dolor más profundo hasta la celebración de existir, los rituales buscan dar sentido al duelo y desactivar los peligros que amenazan la razón ante la muerte. Inspirado en filósofos como Roland Barthes, Gilles Deleuze y Clément Rosset, y en el pensamiento de Émile Durkheim sobre los rituales de recuerdo, Preljocaj explora la memoria, el vacío y la huella imborrable de quienes ya no están. A través de un lenguaje coreográfico universal, la obra transita entre la tristeza, la nostalgia y la posibilidad de encontrar una cierta alegría en la evocación de los ausentes. Más que una única pieza sobre el réquiem, Requiem(s) se configura como un mosaico de emociones y sonidos, integrando diversas composiciones musicales y creaciones sonoras para dar forma a una procesión coreográfica que da voz al duelo en toda su complejidad.
Fundada por Angelin Preljocaj en diciembre de 1984, a la que se unió Nicole Saïd en enero de 1985, la compañía Preljocaj se convirtió en el Centro Coreográfico Nacional de Champigny-sur-Marne y Val-de-Marne en 1989. En 1996, el ballet fue acogido en la Cité du Livre de Aix-en-Provence y se convirtió en el Ballet Preljocaj – Centro Coreográfico Nacional de la Región Provenza-Alpes-Costa Azul. Desde la fundación de su compañía, compuesta actualmente por 30 bailarines, Angelin Preljocaj ha creado 61 obras coreográficas, que abarcan desde solistas hasta formaciones más grandes. El ballet realiza alrededor de 120 presentaciones al año en Francia y en el extranjero. Angelin Preljocaj ha multiplicado sus colaboraciones con otros artistas como Enki Bilal (Roméo et Juliette, 1990), Air (Near life experience, 2003), Granular Synthesis (“N”, 2004), Fabrice Hyber (Les 4 saisons, 2005), Jean Paul Gaultier (Blancanieves, 2008), Constance Guisset (Le funambule, 2009)… Sus creaciones han sido reestrenadas por numerosas compañías de repertorio, de las que también recibe encargos para crear nuevas piezas. Es el caso de La Scala de Milán y el New York City Ballet, la Staatsoper de Berlín y la Ópera de París en Berlín.