Género: baile
El título de la pieza hace alusión a la vida y a la muerte, a los mitos y a las profecías contenidas en el libro del Apocalipsis y también es un homenaje a la edición especial de la película Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola. Sobre el escenario, Galván muestra su vertiente más rupturista y osada. A su lado, cantaores, el grupo Orthodox, un vídeo que cuenta con imágenes la guerra del Líbano, seguiriyas, una violinista, guitarras eléctricas y un ataúd.
Una pieza que habla de la cuna y de la tumba con el lenguaje a la vez tradicional y vanguardista de Galván. Un lenguaje propio que ha recogido el aplauso de crítica y público en países como Finlandia, Francia, Alemania, Portugal, Corea, Estados Unidos y Grecia, entre otros.
Este viaje personal por el Apocalipsis tiene como base el flamenco pero admite influencias del butoh japonés o la tarantella italiana. Se trata de leer el texto, de leerlo como puede hacerlo el cuerpo de un bailaor, encarnando, letra a letra, los versículos y las frases. Porque según Galván hay algo en el flamenco, unas maneras, unas herramientas que nos enseñan técnicas de supervivencia con las que encarar cualquier pesar, cualquier catástrofe.