Bailaora de Barcelona
VIAJE-CAMINO
Carmen Cortés, bailaora |
El Yiyo (colaboración especial), Kelian Jiménez (artista invitado), Irene Moreno y Pilar Díaz, baile |
Antonio Carbonell, María Mezcle y Antonio Moreno "Cancu", cante |
Joni Jiménez y Álvaro Martinete, guitarras |
Rafael Serrano, percusión |
Dirección coreográfica y artística: Carmen Cortés |
Música: Gerardo Núñez |
Diseño de vestuario: Isabel Núñez |
Realización de vestuario: Taller curso flamenco |
Diseño de sonido: Carlos González |
Producción ejecutiva: Lola Cortés |
Producción: Curso Flamenco S.L. |
"Las yeguas que me llevan me han enviado tan lejos como el deseo puede alcanzar, pues, conduciéndome, me han hecho llegar al camino rico en decires, que, sobrepasando todas las ciudades, porta al hombre que sabe, que ha visto. Por allí fui; por allí, en efecto, me llevaron, tirando del carro, las yeguas, que ponen de manifiesto muchas cosas, y muchas mostraban el camino. El eje de los cubos, ardiendo, lanzaba un sonido de flauta -pues era apretado de ambos lados por dos torneadas ruedas- , cuando las hijas del sol se apresuraban a guiar, dejando atrás la morada de la noche, hasta la luz, apartando de sus cabezas con las manos los velos". (Del proemio del Poema de la naturaleza, de Parménides)
Carmen Cortés, bailaora, nacida en Barcelona de padres andaluces, emprende el viaje hacia Madrid, ciudad en la que aprende la profesión del arte flamenco, ya que en Barcelona, en su generación, no había posibilidad de aprendizaje verbal como en Madrid. Porque Madrid ha sido embajadora de la acogida de los andaluces, artistas y flamencos.
Por eso, las yeguas del poeta y filósofo Parménides, "que me llevan, me han enviado tan lejos como el deseo puede alcanzar, pues, conduciéndome, me han hecho llegar al camino rico en decires, que, sobrepasando todas las ciudades, porta al hombre que sabe, que ha visto".
"La experiencia de otros -explica Cortés- me llega en Madrid, en los tablaos. Madrid me dio la oportunidad de estar en el BNE como oyente, otro aprendizaje que me hizo entender el camino largo de esta profesión".
De nuevo, las yeguas: "Por allí fui; por allí, en efecto, me llevaron, tirando del carro, las yeguas, que ponen de manifiesto muchas cosas, y muchas mostraban el camino".
Para Cortés, la incertidumbre de una joven fuera de su hogar le hace difícil mantenerse guiada apenas por un sexto sentido y por las muchas ganas de conseguir momentos que le hacen superar otros tantos de inestabilidad emocional.
Como dicen las yeguas: "Dejando atrás la morada de la noche, hasta la luz. El eje de los cubos, ardiendo, lanzaba un sonido de flauta -pues era apretado de ambos lados por dos torneadas ruedas- , cuando las hijas del sol se apresuraban a guiar, dejando atrás la morada de la noche, hasta la luz, apartando de sus cabezas con las manos los velos".
"Desde que entré en Madrid", sostiene Cortés con palabras de las yeguas, "las hijas del Sol se apresuraron a guiarme, dejando atrás la noche, apartando los velos con las manos", cogiendo un camino que no termina nunca: la danza , la música el flamenco. "Todo eso he podido trasladar en mis coreografías gracias a Madrid, ciudad que acoge el arte y a las personas".
Carmen Cortés nace en Barcelona de padres andaluces. Es autodidacta. En 1978/79 forma parte del cuadro flamenco del mítico tablao Los Canasteros. Se incorpora a la Compañía de Mario Maya como partenaire y Protagoniza junto a Mario Maya el filme Corre gitano, dirigido por Tony Gatlif, y Amargo, dirigido por Francisco Suárez y con Eduardo Serrano "El Güito". El filme es galardonado en el Festival de Sitges.