Guitarrista de Granada
DOS D DOS
Juan Carmona "Habichuela", guitarra |
Manuel Machado, trompeta |
Josué Ronkio, bajo |
Bandolero, percusión |
Al María, cantaora invitada |
Durante muchos años este cuarteto se ha ido gestando por la necesidad de exponer ante el público un sonido auténtico que se aventura en la búsqueda de nuevas formas de expresión que conjugan elementos tan importantes como la música cubana, el flamenco, el jazz, etc. El cuarteto está formado por grandes músicos que aportan nuevos aires a la escena de la música actual.
Juan Carmona nació el 8 de diciembre de 1960 en Granada en una de las familias más importantes de la historia del flamenco y de la fusión del flamenco. Es hijo de Juan Habichuela, uno de los guitarristas más grandes del acompañamiento al cante, que acompañó a casi todas las grandes figuras de la historia del flamenco, como Manolo Caracol, Juan Valderrama, Camarón de la Isla, Enrique Morente, Antonio Mairena y un largo etcétera de la época dorada del flamenco. Juan Carmona (hijo) comenzó a oír flamenco desde que tenía uso de razón, pues por su casa pasaban los más grandes artistas de la época, de los cuales iba acumulando información inconscientemente y empapándose de las raíces más puras del flamenco. Juan Carmona acompañaba desde muy temprana edad (10 años) a su padre en los grandes festivales de la época, donde veía a cantaores de la talla de Antonio Mairena, Terremoto, Fernanda de Utrera, Chocolate y Fosforito, entre otros.
Su primera aparición en un escenario fue acompañando a Pepe Habichuela, el cual le dio la alternativa y con el que hizo su primer disco. Poco después entraría al tablao de Manolo Caracol Los Canasteros, donde estaría 8 años acompañando a grandes artistas que por aquel entonces pasaban todos por los tablaos de Madrid, como Adela la del Chaqueta, El Chato de la Isla, María la Burra, María la Solea, La Paquera, grandes artistas del flamenco más ortodoxo, alternando con actuaciones en cafés conciertos como el café Silverio, donde acompañaba a cantaores como Rafael El Gallina, Enrique Orozco y El Indio Gitano.
No solo acompañó a grandes cantaores, también a bailaores grandes como El Güito, Manolete, Antonio Gades, Carmen Mora o Farruco.
Hizo varias giras fuera de España con las compañías de la cumbre flamenca por América del Norte, Brasil, Venezuela, Ecuador, Uruguay, Argentina... y por Europa, con flamenco puro, donde comparte escenario y acompaña a una gran generación de artistas que dejarán huella, como Farruco, Fernanda y Bernarda de Utrera, Manuela Carrasco y Chocolate: artistas que marcaron la última gran época del flamenco.
A su vuelta a España vuelve a entrar en el tablao Los Canasteros y empieza hacer algunos festivales, en una época en que tuvo el privilegio de acompañar a Enrique Morente, uno de los genios del cante flamenco y el que más enseñó a Juan Carmona a acompañar los cantes más ortodoxos del flamenco, como la granaína, la malagueña o la soleá. Con Morente colaboró en varios discos. Además tuvo el otro gran privilegio de acompañar a uno de los grandes de toda la historia como fue Camarón de la Isla.
Después de haber acumulado tanta información del flamenco más ortodoxo empieza a buscar en otras músicas que pueda fusionar con el flamenco, y comienza en Los Canasteros con El Sorderita y El Ray a dar vida a uno de los grupos más emblemáticos, que marcaran un antes y un después en el llamado flamenco fusión o nuevo flamenco: Ketama. Por mediación de una de las casas de discos que más apostaban por la música (Nuevos Medios) y de su director, Mario Pacheco, grabaron su primer disco en 1983, que permanecería dos años parado desde que lo registraron hasta que se editó en 1985. En este disco, Ketama, el maestro Carles Benavent puso el bajo en tres temas. También pasaron por el estudio artistas de la talla de Manuel Morao, Pepe Habichuela… El disco tuvo gran aceptación entre los músicos y todo lo contrario entre la crítica flamenca, que no comprende bien esta búsqueda y empieza a poner trabas olvidándose, o no sabiendo, de dónde vienen los componentes del grupo. En medio de todo, Juan Carmona comienza a hacer producciones y discos a artistas que luego quedarían en la historia de ese nuevo flamenco, como La Aurora, José el Francés, Duquende y Tomatito.
En 1988 Ketama graba Shongai, primera parte de un proyecto de larga historia. En octubre de 1985 habían invitado al grupo a participar en el World Music Festival, en el Town & Amp Country Club de Londres. Una noche coincidieron allí con Toumani Diabete, intérprete del kora (instrumento típico africano), que cantaba con Ali Farka Toure (conocido posteriormente en occidente gracias al álbum grabado con Ry Cooder). Mientras tocaban, Ketama se unió con palmas y guitarras y les propusieron grabar juntos.
Al final fue en 1988 cuando se juntaron en Madrid para grabar la base. En Londres grabaron con Danny Thompson, contrabajista de folk-jazz-rock británico, que les hizo de comodín musical.
Shongai estuvo coproducido por Mario Pacheco y por el superproductor Joe Boyd, que fue testigo del primer encuentro en Londres y al que avalaban sus trabajos con grupos como Pink Floyd y Rem. El disco vendió el mismo número de copias en España que en Inglaterra, en donde las respetadas revistas New Musical Express y Q Magazine lo eligieron el mejor disco extranjero de 1988. El 18 de septiembre de ese mismo año Ketama cierra en Londres una semana musical dedicada a la música flamenca.
A principios de los años noventa la prestigiosa revista Guitar Player nombra a Juan Carmona como segundo mejor guitarrista del año.
En 1990 editan su cuarto disco Y es que me han cambiado los tiempos, parido durante la gira europea. El éxito de este álbum les valió, entre otras cosas, para ser teloneros de Prince en su gira por España en 1990.
En 1991 Ketama graba Pa gente con alma, segundo disco con Polygram, con la colaboración de Michel Camilo. Ese mismo año comenzó una serie de colaboraciones con la gran pantalla. Sus canciones han formado parte a menudo de las bandas sonoras del cine español, en ese caso el tema Tú volverás fue el escogido por Martínez Lázaro para Amo tu cama rica, una de las películas más taquilleras del año.
En 1992 tocó con grandes músicos del jazz latino en un espectáculo llamado Estrellas latinas, en el cual participaban Arturo Sandoval, Paquito Rivera y Michel Camilo, entre otras grandes estrellas del jazz latino.
En 1993 lanzan su siguiente álbum, El arte de lo invisible, el primero que graban como trío Juan, Antonio y Josemi. Durante dos meses grabaron los temas en los míticos estudios Abbey Road de Londres, acompañados de sus padres, los maestros Juan y Pepe Habichuela. Ese mismo año preparan la segunda parte de Shongai.
En 1995, con De akí a Ketama estuvieron en las listas de ventas más de un año, y Ketama se consolidó como una de las formaciones del nuevo flamenco que había roto la barrera de las ventas limitadas. El disco se grabó en directo en los estudios Cinearte los días 28 y 29 de marzo y se mezcló en los estudios Sonoland entre el 1 y el 15 de abril. Durante la grabación, entre el público se encontraban Lolita, Pedro Almodóvar, Ana Belén, Ouka Lele, etcétera.
En 1995 hacen otras dos colaboraciones con el cine para la banda sonora de El efecto mariposa, de Fernando Colomo, y para Flamenco, de Carlos Saura. A finales de ese mismo año recogen el premio Ondas al mejor álbum por De akí a Ketama.
En 1996 recogen otro Ondas a mejor canción por No estamos lokos, de la cual Juan es autor, y un largo etcétera de premios y actos en los que no faltaban los Carmona y su música, todavía dando que hablar.
El grupo se separa en 2005 y Juan vuelve a enfocar su carrera en solitario volviendo otra vez a sus raíces. Produce todos los discos de su padre Juan Habichuela, en los cuales produce a artistas de la talla de Alejandro Sanz, Paco de Lucía o Enrique Morente, entre otros, y empieza a acaparar premios como productor, entre ellos el Premio de la Música y el Grammy Latino al mejor productor de flamenco.
En el 2008 produce el disco Soulería, que, junto con el cantaor Pitingo, fusiona el flamenco más puro con la música negra, volviendo a crear otra nueva manera de fusionar el flamenco, teniendo un gran éxito de crítica y de público.
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