El festival

El Festival de San Lorenzo se acerca una edición más a todos los que habitan nuestra Comunidad, a los que nos visitan y a los que viven en San Lorenzo de El Escorial, Patrimonio de la Humanidad que celebra sus fiestas en fechas coincidentes.

El Festival se ha diseñado pensando en los que trabajan con su mirada puesta en los cielos llenos de perseidas, a los que vertebran su merecido descanso entre soledades y hábitos culturales, porque es objetivo primordial para la Comunidad de Madrid estar siempre al servicio del carácter abierto e inclusivo de nuestra cultura y acercarla a todos los públicos, abanderando la mejor música, la que más sirve para integrar, para generar en el colectivo el arraigo por la pasión que esta conlleva en sus entrañas: les presentamos una programación que, como la música en su verdadera esencia, huye de lugares elitistas y nostálgicos.

El Festival, que se celebra este año desde el 26 de julio hasta el 24 de agosto, mantiene su sede principal en las dos salas del Teatro Auditorio y a él se le añaden otros espacios de la ciudad como la Capilla de Nuestra Señora de Abantos o la Lonja del Monasterio. También visitará el Teatro La Antigua Mina, que se encuentra en el término de Zarzalejo, ya habitual extensión del Festival. Por estos lugares amenos ofrecemos merecido homenaje conmemorativo a figuras como Alessandro Scarlatti, Georges Bizet, Francisco Alonso, Rafael Alberti o Enrique García Asensio, nombres que aportan lo mejor de sí mismo a la construcción de nuestro patrimonio cultural, y volvemos los oídos a la relectura del fado portugués o la contemporaneidad de nuestras voces más destacadas; todo ello a través de formaciones como la ORCAM, el Ballet Flamenco de Madrid, la Orquesta Carlos III, La Ritirata, L’Operamore, La Madrileña, la Orquesta Andrés Segovia y nombres artísticos como Fátima Miranda, Lina_, David Gómez, Martín Llade, Carlos Mena o Clara Montes.

Música clásica o contemporánea, con palabra o sin ella, pero siempre música hablándonos directamente al corazón, para pedirnos que nunca dejemos de mirar a las estrellas.