Llamamos música carnática, que en sánscrito significa antiguo, a la tradición clásica cultivada en la India del sur. Se considera, junto con la música hinduista del norte del país, uno de los dos grandes componentes de la riqueza musical india. Sus raíces se remontan a la cultura y la mística Barata, dentro de la cual se escribió el Natyashstra, uno de los primeros tratados musicológicos de la historia de la humanidad.
Rescatada entre los siglos XVII y XIX por un grupo de músicos pertenecientes al círculo de Tanjore (estado actual de Tamil Nadu), se fue configurando como un arte actual, respetando a la vez la tradición heredada de sus antepasados y la expresión individual de cada músico. En ella se mezclan las extraordinarias cualidades de riqueza melódica y de complejidad rítmica con un sabio equilibrio entre la composición y la improvisación, respetando siempre una religiosidad omnipresente y haciendo así de este arte un "yoga", es decir, una "unión" entre el hombre y la trascendencia. Es así capaz de provocar en cada músico y en el auditorio unas emociones musicales y estéticas difíciles de encontrar.
La música carnática es una mezcla de composiciones con música improvisada. Las letras de las canciones son fundamentalmente devocionales y descriptivas de sentimientos religiosos hinduistas y la música se basa en el sistema Raga, exclusivo de la música clásica de la India, pero difiere en estilo y contenidos de la música indostaní o de la del norte de la India.
En la música carnática, las notas que componen un raga son tocadas en menos de un minuto, mientras que en el norte las notas de un raga se extienden en un periodo de tiempo más largo. Los músicos del sur dan la impresión de zambullirse en el raga. Los del norte parecen deleitarse en un lánguido comercio con las notas, con toda la lentitud del deseo.
Estas figuras elásticas no impiden al cantante soñar los más delicados legati, deteniéndose en los pasajes ascendentes y descendentes. Su sentido para las fórmulas melódicas, las ricas combinaciones rítmicas y todas las formas de improvisación con percusión, mantiene el equilibrio y la proporción de cada una de las tres partes de los Kriti-s interpretados.
Las improvisaciones son en su mayoría espontáneas, rara vez ensayadas. El plato fuerte de un concierto se denomina Ragam Tanam Pallavi. En esencia es el momento más creativo.
Sanjay Subrahmanyan nació el 21 de enero de 1986, en Madrás, y comenzó a aprender el violín a los siete años con Shri V Lakshminarayana (más conocido como el padre de los magos del violín L Vaidyanathan, L Subramaniam y L Shankar). Posteriormente estudió con Rukmini Rajagolapan y después marchó a Calcuta para estudiar con el compositor y gurú Sri K.S. Krishnamuti, con quien aprendió las antiguas composiciones ya olvidadas con las que "se aprende a visualizar la música carnática y a percibir su esencia".
Más tarde continúa con su búsqueda de conocimiento y acepta, incluso hoy, en la cima de su exitosa carrera, la guía del maestro Nadaswaram Sembanarkoil SRD Vaidyanathan.
Sanjay Subrahmanyan es el cantante carnático más prometedor de la nueva generación. Nacido en un mundo nuevo, abierto a ideas renovadoras, se pasea entre la tradición y la modernidad. Es un cantante con poderío, energético, y un destacado exponente de la música carnática, el sistema clásico de música del sur de la India. Su fuerte y vibrante voz, rica y fértil imaginación y una excelente combinación de tradición y modernidad le han ayudado a ganarse un puesto permanente en los corazones de los amantes de la música a lo largo de todo el mundo. La gran calidad de su música le permite conectar de una manera especial con cualquier público para el que actúa.
Sanjay empieza a dar conciertos en 1986. Desde entonces ha adquirido una amplia experiencia actuando por toda India y en otros 20 países a lo largo y ancho del mundo. También ha grabado como solista muchos de sus conciertos para la Charsur Digital Workstation (CDW) y ha fundado Sangeetham.com en 1998, una página web dedicada a promocionar la música carnática en Internet.
Sanjay Subrahmanyan utiliza composiciones del gran poeta, lingüista, y compositor Tyagaraja (1767-1847), creador de la forma definitiva del kriti-s. Nos ha dejado una monumental obra, con millares de kriti-s, que representa por sí sola gran parte del repertorio actual. La pureza, humanidad y elegancia de su estilo se podrían comparar a Mozart, la pasión en sus diálogos con Rama, y su acento trágico podría compararse a Schubert. Sus composiciones escritas en telugú son comparables a diamantes tallados. Él forma parte de la "gran trinidad carnática", junto con Mutswami Dikshitar (que componía en sánscrito) y Syama Sastri, a los que hoy debemos añadir los contemporáneos Swati Tirunal y Maharajá de Travancore (Kerala).