En una de sus cartas, la poeta Emily Dickinson escribió: “Estoy afuera, con linternas, buscándome a mí misma”. En estos tiempos tan difíciles, el teatro, la danza, la poesía -en fin, toda la cultura- son esas linternas con las que logramos caminar por la oscuridad. Para descubrir quiénes somos, quiénes tememos ser o quiénes podemos llegar a ser.
Desde los inicios de esta crisis sanitaria, social, económica, humana, todo el equipo del Festival de Otoño ha trabajado para sacar adelante una edición que se presenta más necesaria que nunca. Nuestros esfuerzos se suman así a los de tantos profesionales que, con juicio y tesón, están luchando por la supervivencia de la cultura. Tenemos la enorme responsabilidad tanto de contribuir al sostenimiento del sector, como de ofrecer a la ciudadanía reflexión, emoción, belleza y espíritu… precisamente ahora.
Hemos buscado y buscaremos las fórmulas que permitan que el Festival de Otoño se celebre este 2020; de ahí el impulso de iniciativas como Confín -nacida en el primer confinamiento y convertida ahora en un ciclo dentro del festival- o Dramaturgia Transmedia. Esta programación que hoy compartimos con el público es ya el resultado de múltiples ajustes y modificaciones. Quizá lleguen otros. Todos somos ahora inquilinos de la incertidumbre. Tienen mi compromiso de que, como podamos, lo haremos: seguiremos trabajando para que esta edición del Festival de Otoño se celebre. Este es el motivo por el que hemos apostado por nuestros artistas, con la exhibición y la producción o coproducción de más de una veintena de nuevas creaciones que se verán por primera vez en el Festival de Otoño.
Desde luego, hemos perseguido siempre la excelencia artística de todas las propuestas, pero hoy esta no puede, ni debe ser, la única prioridad. Es tiempo del cuidado -en el sentido más pleno del sustantivo-, tanto de los creadores como de los espectadores.
No hemos querido, sin embargo, renunciar del todo a la presencia internacional en el festival, ya que es -y ha sido siempre- una de sus señas de identidad. Lo hacemos en colaboración con otros festivales e instituciones. Creemos firmemente en el diálogo, en las sinergias, en la suma de recursos y de estrategias. El Festival de Otoño regresa a los espacios municipales de la ciudad de Madrid -Conde Duque, Naves del Español en Matadero-, colabora estrechamente con Temporada Alta, el Festival Iberoamericano de Cádiz, RNE, Surge, la Filmoteca, museos como el Reina Sofía o el Prado y muchos más espacios e instituciones. Necesitamos establecer redes de sostén en que la lógica sea siempre la artística y el apoyo a la creación.
El Festival de Otoño será plural, diverso, inclusivo, donde coincidan poéticas y subjetividades múltiples: teatro físico, de texto, de objetos, danza contemporánea, música experimental, artes vivas, teatro instalativo, dramaturgia contemporánea, transmedia, performance, poesía, etc. Nombres múltiples para lo múltiple, formas de nombrar el teatro y sus límites.
No será, por tanto, un festival únicamente de exhibición, sino de investigación, encuentro y pensamiento. El programa de actividades transversales del 38º Festival de Otoño ofrecerá, además, propuestas cinematográficas de la mano del ciclo de cine Festival de Otoño en la Filmoteca; el encuentro de poesía, cuerpo y pintura en el museo del Prado Pictura Fulgens; y ocio familiar e infantil, también en el Prado. Mostraremos, asimismo, el resultado de los Laboratorios creativos impulsados por Surge y el Festival de Otoño.
Un total de 22 salas y espacios acogerán las representaciones y acciones de este 38º Festival de Otoño. Nuestra voluntad ha sido la de tender lazos con nuevos espacios, consolidando los ya existentes, y que el festival se abra a todo Madrid y, significativamente, a sus municipios.
Confiamos que disfruten del medio centenar de propuestas artísticas, entre ellas, 37 espectáculos, 3 creaciones de dramaturgia transmedia y 5 programas de actividades transversales. En total, habrá 21 estrenos absolutos, 7 estrenos en España y 10 estrenos en la Comunidad de Madrid. Nos sentimos especialmente orgullosos de esta programación, que pueden consultar en esta web y las redes.
Quiero agradecer ahora a las mujeres y a los hombres que hacen posible el Festival de Otoño, un equipo que se ha enfrentado a las enormes dificultades y retos con decisión y entrega. Por último, quiero agradecer a la consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera, su confianza en mi persona.
Soy consciente de la enorme responsabilidad de mi desempeño en esta circunstancia tan crucial. Permítanme, por tanto, terminar esta presentación con un apunte más personal. Muchas veces me he preguntado: “¿y ahora?, ¿y ahora?”. Y cuando creí que todo se perdía, aparecía la manera, porque lo necesitaba, porque lo deseaba. Como el árbol de nuestro cartel de este año, que aún da fruto. Está la oscuridad, es cierto, pero no nos entreguemos dócilmente a ella, no desfallezcamos, no claudiquemos, no nos rindamos. Salgamos afuera con las linternas de las que nos hablaba Emily Dickinson para encontrarnos. Hay que seguir. Y seguimos. Este es nuestro Festival de Otoño.
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