Danza contemporánea
“Una oda ambigua al entusiasmo por la vida”
Después de tratar temas oscuros sobre la pérdida o la demencia en montajes como Memory, Loss y Accusations, la coreógrafa de Países Bajos Ann Van den Broek explora en Joy Enjoy Joy un tema aparentemente más ligero. Habla de la alegría, de la felicidad en el mundo de hoy, pero desde una postura crítica. Vivimos en una sociedad en la que la felicidad puede ser una obligación. Como si se emitiera la orden de que hay que disfrutar permanentemente a la vez que, mediante el uso de las redes sociales, compartimos esos momentos privados de alegría en el permanente escenario de esa sociedad. Y este disfrute lo transmite Broek mediante su método artístico característico que combina movimiento, música, textos y vídeo en un proceso continuo, sin descanso.
Desde el año 2000, Ann Van den Broek realiza producciones con su compañía flamenco/holandesa WArd/waRD, que cuestiona, amplía y redibuja los límites de la danza como disciplina. Previamente, Van den Broek había estudiado danza en la Rotterdamse Dansacademie. Bailó en la Elisa Monte Company (Nueva York, 1990), en la Dansgroep Krisztina de Châtel (Amsterdam, 1991-1998), en la Galili Dance (Groningen, 1998) y en Charleroi/Danses (Charleroi, 1998-2000). Durante diez años investigó y desarrolló su propio lenguaje de danza, que aplicó a partir del 2000 con su compañía. Su éxito en los Países Bajos lo refrendan las varias candidaturas al premio Zwaan (Cisne), el más prestigioso de ese país, recibidas por montajes comoE19 (richting San José) (2007), I SOLO MENT (2009), Domestica (con Krisztina de Châtel, 2013), Accusations (2017) y Memory Loss (2020). Ganó el Zwaan por las producciones Co(te)lette (2008) y The Black Piece (2015).