Mario es pintor y reside en un loft, vivienda y estudio artístico a la vez. Hace tiempo que su vida sucumbió a la tozuda realidad. Sus padres, de avanzada edad, requieren de sus cuidados; también, su joven hija. Mario se afana en cuidarlos, aunque la tarea se le antoja complicada. Nunca aprendió a cuidar de nadie y ahora se enfrenta a un viaje iniciático hacia el seno del hogar, rodeado de pasado y con un futuro incierto.
AMA. La terrible belleza es una historia de super-anti-héroes de lo cotidiano. El nuevo proyecto teatral de la compañía vasca Marie de Jongh es fruto de un trabajo de investigación que comienza hace tres años, una obra de emociones fuertes donde se entremezcla lo prosaico con lo fantástico, lo mágico con el recuerdo, el arte y la risa, lo absurdo y lo trágico. Con esta producción, la compañía marca un cambio sustancial en forma y fondo con respecto a anteriores trabajos. Se trata de un espectáculo de gran formato, que se dirige a público a partir de 12 años, edad en la que el paso a la adolescencia marca una evolución cognitiva hacia una perspectiva adulta, como espectadores de artes escénicas.
La pieza cuenta con los potentes recursos estéticos, escenográficos y musicales habituales de Marie de Jongh, que le han valido un lugar de excepción en las artes escénicas de nuestro país. Sin embargo, la principal novedad escénica de la pieza es la inclusión de lo que su director, Jokin Oregi, ha llamado ‘máscara-cero’, construida con capas de tela y carente de cualquier rasgo humano. En combinación con la seña de identidad más identificativa de la compañía, la ausencia de la palabra, crea una experiencia escénica de gran potencia. “Nos gusta la idea de que la máscara-cero sitúa a nuestros personajes al borde del abismo. Al borde de la “deshumanización”. Nos resulta atractiva porque creemos que, en cierta manera, todos vivimos en esa delgada y frágil frontera. Más allá está lo Terrible, donde habitan los monstruos a los que tememos”, comenta al respecto Oregi. “La máscara funciona para transmitir verdad y sentimientos universales. Nos abre un camino para ir a formas narrativas diferentes”. Tanta fue la influencia de dicho recurso en el proceso de creación, que la obra viró de estar pensada inicialmente para público infantil a destinarse a edades más avanzadas, incluso adultos. La implicación total del director en el proyecto, que fue ganando capas, poética y carga dramática, según avanzaba, ha provocado que, tras 25 años dedicado en exclusiva a las tareas de autoría y dirección, en esta obra Oregi también participe como actor.
El festival Teatralia, que ha mostrado todos los trabajos de esta compañía merecedora de un premio nacional de teatro, apuesta por este trabajo que sin duda constituye una vuelta de tuerca en la evolución creativa de Marie de Jongh, y su apuesta más arriesgada para público adolescente. Una pieza imperdible. “Descubrimos belleza en lo terrible, y si hay belleza, hay esperanza de felicidad” (Jokin Oregi).
"Cuánto puede contarse sin palabras. Un espléndido trabajo más allá de la máscara neutra." (Pepa Gómez)
Marie de Jongh es una compañía vasca creada en 2008 y dirigida por Jokin Oregi. Tras 15 años de trabajo, y con el lema "teatro infantil para adultos y teatro adulto para niños", se ha consolidado como referente teatral familiar de calidad, fuera y dentro de nuestras fronteras. Sus siete espectáculos anteriores han viajado por el mundo y han recibido numerosos premios y reconocimientos:¿Por qué lloras, Marie?, Humanos,Querida hija, Kibubu, Amour, Estrella y ikimilikiliklik. Todos los integrantes que intervienen en las obras tienen una dilatada experiencia en espectáculos teatrales dirigidos tanto a niños como a adultos; profesionales de larga trayectoria que han acumulado durante su carrera importantes premios.
La ausencia de palabra, el registro clownesco, el apoyo en la música y la manipulación de objetos son los mimbres con los que Marie de Jongh construye sus montajes, con una factura de gran calidad. En cuanto a lo argumental, la marca de la compañía es su interés por contar historias sugerentes y conmovedoras: “Siempre nos han interesado los temas que descubren o dejan expuestos a carne viva los sentimientos humanos”, comenta Jokin Oregi, que afronta retos ambiciosos para “poner en valor el teatro que se puede disfrutar conjuntamente entre niños y adultos. El teatro como lugar de encuentro para compartir emociones y reflexiones, dudas y certezas. Teatro de adultos para niños y teatro infantil para adultos.”
De la larga lista de premios que ha recibido la compañía (ya sea en Feten, Premios Max, etc.), cabe destacar el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud 2018 por “su permanente compromiso con la sociedad que se refleja en los temas que afronta en sus espectáculos”.
“Tiene un sello inconfundible, por su apuesta por el gesto, por sus historias delicadas, conmovedoras y emocionantes, y por sus espectáculos de gran calidad..." (David Barbero, periodista, crítico teatral)