La enorme figura de un toro, arquetipo de la cultura mediterránea, es una de las potentes imágenes escogidas por el director griego Dimitris Papaioannou para Transverse Orientation, que con el fondo de la música de Vivaldi, proyecta, mediante la danza, una serie de reflexiones sobre la historia de la humanidad, sobre su circularidad y la relación entre hombres y mujeres. La orientación transversal del título de este espectáculo es la trayectoria que siguen insectos como las polillas impulsadas por un mecanismo interno, que se desbarata cuando cae sobre ellas la luz artificial, a la que se ven atraídas irremisiblemente girando en círculos. Este desvío de trayectoria lo aplica Papaioannou a la humanidad, que ha venido girando a su vez en círculos atraída por la idea de la divinidad en los sucesivos cambios de civilización, impulsados por un equilibrio entre la energía masculina y femenina. Las consecutivas y hermosas escenas de Orientación transversal invitan, según la idea de Papaioannou, a considerar estas mutaciones y la relación con nuestros antepasados
Nacido en Atenas en 1964, Dimitris Papaioannou ganó reconocimiento como pintor y dibujante de cómics, antes de que su carrera se enfocara hacia las artes escénicas, en las que ha ejercido de director, coreógrafo, intérprete, diseñador de decorados, vestuario, maquillaje o iluminación. Fue alumno del icónico pintor griego, Yannis Tsarouchis, y estudió en la Escuela de Bellas Artes de Atenas. Formó inicialmente Edafos Dance Theatre en 1986 para crear sus propios montajes, híbridos entre el teatro físico, la danza experimental y la performance. En 2004, Papaioannou se hizo mundialmente conocido por la dirección de las Ceremonias de Apertura y Clausura de los Juegos Olímpicos de Atenas de aquel año. Considerado hoy como el genio de la escena griega, sus producciones viajan por todo el mundo, producciones que oscilan entre espectáculos masivos con miles de artistas, a piezas íntimas. En todas, la búsqueda estética es una constante.