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VORTEX

Compagnie Non Nova – Phia Ménard

www.cienonnova.com/

Performance
País: Francia
Duración aproximada: 1 h (sin intermedio)
Año de producción: 2011

Estreno en la Comunidad de Madrid

Con el apoyo del Instituto francés
Interpretación: Phia Ménard
Asistente dramaturgia: Jean-Luc Beaujault
Dirección artística, coreografía y escenografía: Phia Ménard
Composición sonora: Ivan Roussel utilizando la música de Debussy
Diseño de luces: Alice Rüest
Diseño de viento: Pierre Blanchet
Diseño de escenografía: Phia Ménard
Escenografía: Philippe Ragot asistido por Rodolphe Thibaud y Samuel Danilo
Técnico de sonido : Ivan Roussel
Técnico de luces: Olivier Tessier
Director de escena y gerente: Manuel Menes
Vestuario y accesorios: Fabrice Ilia Leroy
Modista : Fabrice Ilia Leroy
Fotografías: Jean-Luc Beaujault
Co-director, producción y administración: Claire Massonnet
Director técnico: Olivier Gicquiaud
Asistente de administración y producción: Constance Winckler
Relaciones públicas: Justine Lasserrade

Coproducción y residencias con La Comédie de Caen, centre dramatique national de normandie (National Dramatic Centre of Normandy), y con « La Brèche » – (Circus Arts Center for Basse-Normandie) en Cherbourg.

Coproducción con « Le Quai » en Angers (« EPCC-Le Quai, Angers et le réseau européen IMAGINE 2020 – Art et Changement Climatique »), con la estructura multisitio « Scènes du Jura » (« Jura Scenes »), con « La Halle aux Grains » - the national theatre of Blois, con Jules Verne Circus - Regional Centre for Circus Arts in Amiens, con « le Grand T » el espacio escénico subvencionado Loire-Atlantique en Nantes, con el Théâtre Universitaire of Nantes, con « l’Arc » el espacio de actuación subvencionado de Rezé, con Parc de la Villette en París, y con « La Verrerie » en Alès en la Cévennes/Pôle National des Arts du Cirque (National Center for Circus Arts) en Languedoc-Roussillon. Residencia con « Les Subsistances » 2010/2011, en Lyon, Francia.

Con el apoyo del Théâtre de Thouars, un espacio escénico subvencionado en colaboración con el Cultural Services of Montreuil-Bellay, con « le Grand R » national theatre of La Roche-sur-Yon y con « Le Fanal », Teatro Nacional de Saint-Nazaire.

Non Nova está subvencionado por el Ministerio de Cultura y Comunicación de Francia – DRAC des Pays de la Loire, Nantes City Council, the Conseil Régional des Pays de la Loire, the Conseil Départemental de Loire-Atlantique, el Institut Français (France’s international cultural relations body) y por BNP Paribas Foundation.

La compañía Non Nova / Phia Ménard es actualmente artista asociada al «TNB, Centre Européen Théâtral et Chorégraphique de Rennes».

¿Y si fuéramos el centro de nuestro propio huracán, el ojo, el vórtice, el punto hacia donde la fuerza centrífuga empuja el ser? Vamos a ver cómo explicamos esto. Que ya sabemos que el mundo no es antropocéntrico, pero que el ser humano ha sido -está siendo- para el planeta peor que el peor de los huracanes. El viento: he ahí el objeto central de esta pieza, placer en la brisa, terror en el ciclón. ¿Cómo relacionarse con el viento? Esta es la pregunta que se hizo Phia Ménard después de relacionarse con el hielo. La performer francesa empezó como malabarista, que también tiene lo suyo en cuanto a la relación con el aire. Pero como técnica circense, llegó a dominarla hasta el punto de agotarla y necesitaba más. Y eso coincidió con su cambio de sexo, una transición vital para la que la palabra ‘cambio’ se queda corta. Dicho con sus propias palabras: “En las rutinas de malabares contemporáneas, incluso el fracaso se dramatiza y se hace ver como parte del espectáculo. Para mí, en el fondo, el malabarismo era sólo una hazaña espectacular. Hice malabares mientras estaba ‘en el show’, mientras era una representación de mí mismo. Mi aspecto, mi piel, mi género no eran míos. El día que pude afirmar mi diferencia, reivindicar un sexo que no era el que la biología me había impuesto, de repente los malabares dejaron de tener sentido”.


Todo esto ocurrió en 2008. El primer síntoma de la nueva vida, como persona y como artista, llegó con la pieza P.P.P. (Position Parallèle au Plancher), en la que Ménard hacía malabares con bolas de hielo, un material extremo, vivo, fascinante, que lleva un punto más allá el arte de mantener objetos en el aire mientras dibujan espectaculares cabriolas. Malabares con elementos mutantes, que queman de frío, que se escurren. Muy loco. Pero era cuestión de tiempo que lo que realmente fuera objeto de investigación de esta creadora tan inclasificable fuera el propio viento. Así es como concibió VORTEX, un montaje de 2011 que sigue evolucionando más de una década después. “Solo la creencia utópica de que podemos domar el viento nos mantiene luchando, nos mantiene vivos”, dice Ménard. Como el hielo, el viento es un material inestable. Además, la relación de la gente con el viento está mucho más presente, para bien y para mal, que la del hielo, con lo que es fácil entender toda la conceptualización que la artista pone en juego. El viento nos puede producir tanto placer como miedo. Él nunca se adapta a nosotros, es el silbido de Gaia diciéndonos que nada podemos en realidad contra la Naturaleza, ojo cuidao. En un escenario se puede generar el viento artificialmente, se puede incluso domesticar para observarlo. Y, con todo, sigue siendo un misterio. ¿Cómo han hecho Ménard y sus compañeros de Non Nova para poner todo esto en escena? Pues generando un pequeño torbellino, un vórtice ventoso a base de ventiladores dispuestos en círculo. Un pequeño huracán en una pequeña y eólica pista de circo. Luego hacía falta algo que objetualizara el viento, y llegó el plástico.


Una bolsa de plástico ya no es una cosa inocente, por desgracia. Usar el plástico como elemento para jugar con el viento le permite a Ménard, además, plantear lo que todos ya sabemos sobre nuestra casa en el universo: “El plástico evoca los cubos de basura, la gasolina, el petróleo, el consumismo, la contaminación, cosas que acaban por estropear nuestro día a día. Pero el plástico está tan presente en nuestras vidas que ya ni parece artificial”. Viento y plástico han sido los ingredientes de varias piezas de la creadora francesa, que las presenta como instalaciones de arte-performance, porque considera el viento un elemento vivo. En cualquier caso, es un esfuerzo estéril por categorizar una práctica tan abierta a la imaginación como a la política, tanto al juego como a la actitud crítica, tanto al deseo como a la violencia. Eros y Tánatos. Asco y belleza.

Información práctica
MADRID
22 y 23 de noviembre - 20:30h
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