“Si Alfred Hitchcock convirtiera un cómic en una obra de teatro sería como la ingeniosa Historia de Amor”. El crítico de Los Angeles Times atinaba de pleno en su reseña sobre esta pieza de Teatrocinema, porque, como afirma la actriz y fundadora de la compañía chilena, Laura Pizarro, “es una narración cinematográfica”. Con ella cerraba una trilogía compuesta, además, por Sin sangre y El hombre que daba de beber a las mariposas, todas dirigidas por Juan Carlos Zagal que, junto a Pizarro, creó en 2005 la compañía chilena Teatrocinema, cuyo lenguaje funde elementos esenciales del teatro, el cine, la animación, la literatura, la música y el cómic.
Sus montajes se han presentado en los teatros y festivales internacionales más destacados del circuito mundial, como el de Avignon, el de Edimburgo, el Lincoln Center y el Odeón de París.
Historia de Amor, que toma su trama de la novela homónima del escritor francés Régis Jauffret (1988), un caso de violación, acoso y sumisión, es una sorpresa constante, deslumbrante con su disposición de cómic, de pantallas donde se proyectan imágenes en dos y tres dimensiones, de actores reales y dibujados, y de diálogos que salen de viñetas. Y si la perversidad es uno de los temas de Hitchcock, también lo es de Historia de Amor. Hay un profesor de inglés, un psicópata, que descubre en el metro a la que ha decidido que se convertirá en su mujer y en la madre de sus hijos. Ella permanece ignorante de los planes del hombre, que la persigue, la acosa y la secuestra, convencido de que lo hace por amor. A partir de ese momento se entabla una oscura relación entre ambos (ella refugiada en el autismo y la aceptación) que los va destruyendo.
El director de Historia de Amor alude a la existencia en la sociedad de hechos como los que narra la obra, “donde la víctima y el victimario están igual de solos, igual de locos e igual de desamparados”. “La obra es una alegoría al abuso”, explica Laura Pizarro, una reflexión sobre el límite entre la razón, la locura, la dominación, la sumisión y la deshumanización. “Queremos plantearnos hasta dónde el individuo en esta sociedad contemporánea ha perdido su facultad de ser único y su valor en sí”.