Un hombre y una manada de elefantes. Cuando el hombre muere, los elefantes emprenden una caminata misteriosa hacia su casa, para rendirle un último homenaje: no era un hombre cualquiera, era uno de ellos.
Sobre el escenario, velos de tul, proyecciones, pequeños muñecos de animales y un actor. A Caminhada dos Elefantes ( La caminata de los elefantes) trata de la vida y de la muerte, del camino que cada uno de nosotros tendremos que hacer, algún día, para despedirnos de alguien. Una obra que reflexiona con delicadeza y humor sobre el fin, que es un misterio para todos, niños o adultos.
La compañía portuguesa Formiga Atómica, dirigida por Miguel Fragata e Inês Barahona, afrontó este montaje con un extenso trabajo previo de investigación en el que participaron cerca de 200 niños de entre 6 y 10 años. Explican: “Esta es una obra que, siguiendo una historia verídica –la del conservacionista sudafricano Lawrence Anthony y su relación de amistad con una manada de elefantes-, abre un espacio para reflexionar sobre las grandes cuestiones en torno a la muerte: adónde vamos, qué es lo que ocurre, qué rituales hacen los vivos, qué creencias hay acerca de la vida después de la muerte, o por qué existe la muerte”.
Pone a dos generaciones a dialogar sobre la existencia y la pérdida. Definitivamente, para no perdérselo.
Time Out